Poco a poco se acerca el final de agosto, para muchos, también el final de sus vacaciones, pero tan ingrata época tiene cosas tan emocionantes como el inicio del campeonato liguero. Tras varias semanas de pretemporada, los equipos se preparan para afrontar el arranque de la competición con la esperanza anualmente renovada de hacer un buen papel. Es también un renacimiento para los aficionados. Fuera cual fuera el resultado de la campaña anterior, cada inicio liguero se empapa de positivismo y buenas expectativas a pesar de saber que todos los años hay fiascos. En esta época no hay cabida para la objetividad, todos los fichajes parecen lustrosos y el juego del equipo mejor que el de la temporada pasada, casi cualquier rival parece asequible y no se duda de la consecución del objetivo al término del campeonato. El pasado fin de semana, arrancaba la liga en primera y segunda división con agradables y desagradables sorpresas, también mucha monotonía, los Fantasy echando humo y más de un novato desVARiando. Con una primera división que este año deja de ser la que más aforo aglutina y una segunda plagada de exprimeras que disputaron competiciones europeas, este fin de semana arrancan por fin la segunda B y la tercera división. Hoy, dejando aún lado mi Yo más profundo y dejándome llevar por el oleaje que mece mi colchoneta, os cuento que espero de este gallego grupo 1 de la tercera división utilizando al Compostela como nexo conductor. Empezamos... (¿?)
Tras el frustado intento de ascenso de categoría del pasado junio el Compostela optó por mantener la columna vertebral del equipo para un nuevo intento esta temporada. Aunque en algunos casos el acuerdo con los futbolistas no fue posible, el Compos logró retener a más del 60% de la plantilla de la temporada pasada. Para cubrir estas salidas la dirección deportiva se movió rápido y ágil logrando dar por casi cerrada la plantilla la misma semana en la que estaban llamados a filas los jugadores para iniciar la pretemporada. A lo largo de estas semanas, el equipo ha trabajado con la misma filosofía y dedicación que le llevó a ganar la liga la pasada temporada, tratando de acoplar cuanto antes a los nuevos y buscando soluciones alternativas al cambio de perfil de los jugadores entrantes y salientes. En los enfrentamientos de preparación acordados el equipo se ha mostrado compacto y sólido pero con una clara capacidad e mejora como no podía ser de otra manera. En este sentido no debemos esperar un juego que encandile ya de inicio pero sí un juego efectivo y eficiente. El equipo ha cosechado buenos resultados y ha logrado la Copa Diputación de A Coruña, pero más importante que eso es que ha competido frente a todos sus rivales.
En esta liga los de Santiago compartirán clasificación con otros exsegunda B como Racing de Ferrol, Boiro, Somozas, Arosa o los equipos de Ourense con potencial para disputarle a cualquiera el campeonato. También le acompañarán una serie de equipos que llevan haciendo muy bien las cosas estos últimos años y que volverán a pujar por situarse en lo más alto de la tabla, me refiero a Bergantiños, Vilalbés y Barco. No hay que olvidarse tampoco de los que están intentando crecer año tras año como el Alondras. Mención aparte merece el Polvorín. El único filial que disputará este año este campeonato es el novato peligroso que tanto puede no hacer nada como colarse entre los mejores. El resto de equipos, casi todos con experiencia suficiente en la categoría serán como siempre rivales complicados a los que no convendrá subestimas si se pretende ganar un campeonato que a nadie se le escapa que a priori será uno de los más duros que se recuerdan.
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