No mires al banco III (versión seria)

En breve comenzará el encuentro aplazado en su momento por los positivos COVID en el Salamanca. Un encuentro en el que nuevamente el Compos necesita ganar, para recuperar la fe en sus posibilidades tras la amarga derrota del pasado sábado ante el Bergantiños. Los de Santiago se presentarán esta tarde-noche con notables bajas casi todas arrastradas de los últimos días. Antas por lesión y Guille Torres por sanción parecen bajas seguras, pero además, jugadores como Samu o Fer Beltrán llegan justos. En este sentido, empieza a ser llamativo y preocupante la cantidad de bajas que acumulan los picheleiros jornada a jornada. De no ser por el amplio banquillo que poseen este año, el rendimiento del equipo podría no tener nada que ver con el actual. Su rival de esta noche, llega a Santiago con un míster recién estrenado que apenas ha podido disfrutar de entrenamientos, pero que ya logró vencer a domicilio el pasado fin de semana. Encuentro interesantísimo este Compostela - UDS para evaluar las tendencias de dos conjuntos, que despedirán la temporada regular en Salamanca dentro de unas semanas.

Mientras esperamos al pitido inicial, comento el partido del sábado en Carballo. Para este encuentro Rodri optó por salir con un medio del campo formado por Baleato, Samu y Jordan para intentar disputar la posesión al conjunto local. En mi opinión, el planteamiento no me enamoró. Si bien es cierto que durante los primeros 20 minutos el Compos estuvo centrado, en ningún momento se mostró superior al rival ni fue capaz de finalizar sus llegadas cuando estas tenían cierto peligro. Por su parte, el planteamiento de Lemos buscando el uno contra uno de Cano con Roque y de Escobar con Matías, parecía más efectivo aún sin llegar a finalizar tampoco. Con el primer tanto local, esta ligera ventaja se certificaba, y aunque estoy de acuerdo con Rodri con que su equipo lo sufrió, en el segundo los blanquiazules también pecan. Sin capacidad para crear peligro y con un 2-0 en contra, en el 38 el míster visitante pasó a un 4-4-2 desplazando a Matías al lateral y a Baleato a eje de la zaga, para que Escudero pasase a acompañar a Primo en punta. El tercer tanto de los de Carballo casi al borde del descuento para mí es anecdótico. Un penalti por manos más o menos involuntarias a la salida de un córner, es un lance más o menos probable en el devenir de un encuentro, pero lo cierto es que los de la capital se fueron al descanso con un duro correctivo. Sin duda, un resultado demasiado amplio para lo sucedido sobre el verde antes del descanso.

Con las entradas de Guille Torres y de Rafa Mella y el revolcón en el vestuario, los de Santiago mejoraron su cara con una mejor salida de balón y un juego más directo que metió al Bergantiños en su campo. Probablemente, los goles no fueran de jugada, repito, este equipo tiene serios problemas para finalizar, pero lo cierto es que con la calidad que tienen sus futbolistas y el empuje, son un equipo que te la puede liar aun con una desventaja tan amplia.

Comentaba antes que no me pareció el mejor de los planteamientos el de Rodri en Carballo. Esto es, porque desde el principio de la temporada ya había demostrado que el 4-4-2 en campos cortos o sintéticos le funcionaba, y nuevamente así se demostró, pero esta vez por las malas. No hay mucho más que rascar de aquel encuentro.

Como veis, esta es la tercera versión de un post que se centra en los aspectos principales de la valoración de un cuerpo técnico. Por un lado, están los aspectos internos, aquellos que son directamente atribuibles al mismo, si juega bien o mal, si plantea bien los partidos, si tiene alternativas, idoneidad de los cambios, o la idea de juego. Por otro lado, está la relatividad, es decir, cuán bueno o malo es comparado con el resto de los cuerpos técnicos a los que enfrenta. Y por último los aspectos externos, es decir, todo aquello que influye negativa o positivamente en el rendimiento, como bajas, arbitrajes, y demás.

Aunque Rodri es el responsable de las posibles consecuencias derivadas de su política de rotaciones, es innegable que en pocas ocasiones ha podido contar con el pleno de la plantilla al 100% de sus capacidades competitivas. Si inicialmente Jordan o Parapar apenas estaban integrados en la dinámica y su rol en el equipo pasaba muy desapercibido, ahora entre sanciones, COVID y problemas físicos es casi imposible escoger, y el míster debe amoldar su planteamiento y once a los jugadores que están al 100% para competir. En esta tesitura, hay que reconocer que se vuelve realmente complicado entrenar un sistema cuando un día sí, y otro también, te faltan efectivos en las jornadas diarias o llegan al partido mermados por contusiones o sobrecargas. No me gustaría cargar tintas sobre la preparación física, ya que muchos de los percances se han producido durante el transcurso de los encuentros o los entrenamientos, pero tampoco se debería descuidar. Otro aspecto importante a estas alturas de temporada son las sanciones. Ya lo dije en enero que esto iba a pasar, pero lo cierto es que no contaba con expulsiones como la de Beltrán o Guille Torres que acentúan el problema. Evidentemente que todos los equipos tienen bajas, pero su distribución en el tiempo, en las posiciones, y en el desarrollo del juego del equipo, puede que sean más sensibles en unos casos que en otros. En cuanto al factor suerte, solamente lo voy a mencionar. Las dinámicas muchas veces son solo eso y no le voy a dar más bola de la que tienen, al fin y al cabo vienen y se van por aquí y por allá. Lo que sí comentaré es la acción arbitral porque depende de terceros que no siempre están igual de acertados o preparados. Como dije en su momento, el Compos ganó en Arosa con un gol que no debió haber subido al marcador, pero también es cierto que el pasado sábado con el empate a ceros aún en el electrónico, el árbitro se come un penalti clarísimo a Escudero. No siempre ocurre que el arbitraje se compensa al final de temporada como está más que demostrado, igual que es cierto que los goles de penalti cuentan igual que los otros, y que generalmente vienen de ocasiones manifiestas de gol. ¿Qué lo más probable es que le beneficiase más el penalti por la falta de gol? Puede, pero eso no debe restar valor al tanto. Lo que no es cuestionable es que cuando solamente marcas de penalti o a balón parado es que algo pasa, y así se vio en Carballo donde la finalización fue realmente escasa, como escasas fueron las ocasiones generadas por ejemplo ante el Coruxo. ¡Disfrutad del encuentro!!!