Morir en la orilla (versión seria)

El pasado domingo, Compostela y Alavés B se enfrentaron en el partido de vuelta de la primera eliminatoria del playoff de ascenso a segunda B. Finalmente, el equipo vitoriano que partía con ventaja tras ganar por la mínima en Ibaia, pasó a la siguiente ronda dejando al Compostela una temporada más en el oscuro pozo de la tercera división. Obviamente no voy a restar importancia al logro alcanzado por los vitorianos, pero en mi humilde opinión, la eliminatoria no la gana el Alavés sino que la pierde el Compostela. En un resumen bastante condensado de lo que ha sido esta temporada, el equipo picheleiro ha destilado todas sus virtudes y defectos en un partido que habiendo ganado por tres tantos a dos no le permite pasar a la siguiente ronda.

El partido arrancó igualado, con mucho respeto por no encajar y bastante posesión por parte de los locales. Poco a poco, los de Santiago se fueron soltando y empezaron a crear ocasiones, además, aunque las contras vitorianas eran muy pelgrosas, el Compos las neutralizaba gracias a un Samu y a un Chechu muy trabajadores. Aún así, este Compostela que cuando no muerde es mordido, cedió un tiro desde la frontal imposible para Anxo tras error en el despeje que se convirtió en el primer tanto visitante. Con la eliminatoria muy cuesta arriba, el Compostela no le perdió la cara al partido y apretó los dientes, comenzando a llegar con más frecuencia las ocasiones. De este modo lograba Aythami el empate a la salida de un córner. Los picheleiros no bajaron el nivel y siguieron apretando tras el descanso, provocando los nervios en el equipo rival. En el quince de la segunda, se produce un hecho clave al ser expulsado Perera por segunda amarilla. Ya había avisado el colegiado en la primera parte que actuaría con dureza si fuera necesario y así lo demostró. Con uno más, Yago le da una vuelta al sistema dando entrada a Rubén y Santi por los dos laterales. El equipo pasa a 3-5-2 incorporando a Samu a la linea defensiva de tercer central, retrasando a Marcos y Álex con Santi zona de creación, Miki y Rubén ocupando las alas y Brais y Aythami formando la dupla atacante. Con este cambio y uno más sobre el verde, el equipo local sube un nivel más y encierra a un Alavés desarbolado al que le empiezan a llegar por todos lados. Pudieron entrar antes, pero no fue hasta el 85 cuando los locales culminan la remontada, primero con un tanto de Santi en el 70 y después con el segundo de Aythami que desataba la euforia en las gradas. El Alavés, sin nada que perder y con 9 desde el 90 al perder Paulino la cabeza, se encomienda a la épica y, con el central en punta, se tira hacia la portería gallega con más corazón que cabeza. El final, el conocido, los de Santiago son incapaces de gestionar la situación y acaban sucumbiendo en el 92 ante un Alavés que no se lo creía. Lo dicho, demasiado premio para el conjunto vitoriano al que aún pudo amargar la noche Chechu de no rematar alto la última ocasión del encuentro. El Dios del fútbol dictó sentencia y el Compostela deberá seguir cumpliendo penitencia en tercera división al menos otro año más.

Llegado a este punto del post y sin parar de darle vueltas a lo sucedido, se me vinieron a la cabeza toda esa recua de secuaces del Dr. No con su visión negativamente sesgada de la realidad. Tras varios intentos por seguir ese hilo decidí borrarlo. Perder energía intentando explicar otra vez el cierre socioeconómico y deportivo que rige las actuaciones del club, es un sin sentido. Cosas como que el equipo no quiere ascender o menospreciar lo logrado por el equipo hasta ahora no se merecen ni la más mínima consideración por mi parte. Por eso, prefiero ser constructivo y centrarme en recuperar a los que lo necesitan, esos jugadores y ese cuerpo técnico que han trabajado sin descanso durante 11 meses para darse de cara con la muerte en la orilla. Y es que ahora toca enfriarse, relajarse y dejar que todo repose, meditar y encontrar la serenidad necesaria para tomar decisiones. Toca hacer balance. Como cada año el nuestro lo iremos haciendo durante las próximas semanas, el del club deberán hacerlo esta semana.

Pero sin ninguna duda, el balance y las reflexiones de la temporada que todos quieren escuchar son las de Yago. El entrenador, muy tocado tras el partido abrumado por sus sensaciones y pensamientos, hizo pensar a muchos en su abandono, pero sus palabras en ningún momento lo aseveraron.

Nunca he ocultado mi total compromiso con un entrador hecho para el proyecto que pretende el club así como mi gusto incondicional de su propuesta con sus virtudes y
defectos. Yago, has cumplido siempre con los objetivos que te ha marcado el club, has sido capaz de convertir una plantilla curiosa y sin alardes en la alabanza futbolística de otros entrenadores, has construido de cero en tres años un grupo que lleva dos playoffs consecutivos, has ganado una liga con la dificultad que ello supone, y has mejorado continuamente al equipo introduciendo variantes como el 3-5-2 que este año nos permitió darle la vuelta a la eliminatoria contra el Alavés. Entiendo que no matar los objetivos, el crecimiento profesional y la ausencia de retos de entidad te generen dudas y por eso te propongo un reto. Dices que a lo mejor no eres el entrenador adecuado porque tu equipo siempre encaja de la misma forma aunque lo entrenas, te reto a que consigas corregirlo. Tal vez haya llegado el momento de asegurar el mosquetón antes de seguir subiendo.

Hasta la semana!!!!