El pasado fin de semana, como era de esperar, tocaba ir a Ferrol. Es cierto que muchos pensaréis que fui a la Malata, pero la verdad es que un compromiso familiar es el que me llevó hasta la ciudad departamental. Aunque no hubo fútbol para mí este fin de semana, en dicho compromiso coincidí con una de mis fuentes, familiar político y de cuna extensa de futbolistas de la comarca de Santiago tanto en categorías inferiores como senior. Siempre es un placer charlar de fútbol con alguien de su experiencia, pero cuando puedes ponerte al día de los tejemanejes del fútbol base del área de Santiago, la charla alcanza un nivel formativo de máster en esa peculiar parcela.
Además, dicha conversación estuvo aderezada por el Twitter del Compostela que estuvo cantando durante todo el fin de semana las hazañas de su cantera, un gran hilo conductor para seguir analizando el estado del fútbol base en la comarca compostelana. No me fue muy difícil al llegar a casa, sentarme y escribir este post.
Antes de entrar en materia me gustaría que vierais la foto estática de la SD a día de hoy con respecto a su cantera. En las últimas temporadas en tercera sólo Mon, Alberto y Lucas provenían de la cantera, la política de filialidad de la directiva actual fue la de establecer contratos con equipos de inferior categoría (hasta el momento todos rana), este verano, tan sólo Becerra y Anxo han subido al Zona Vella, a Queiruga lo han mandado a la Puebla a por minutos, y se tienen equipos en todas las edades desde biberón a juvenil de segundo año pero ninguno de estos equipos alcanza categoría de liga nacional. ¿Cómo se ha llegado a este pobre bagaje?
Como todos recordáis, el momento álgido del fútbol base en el área de Compostela coincide con el del primer equipo de la ciudad. En las temporadas 97/98, 98/99, 01/02 y 02/03 el filial de la SD terminó la liga regular en puestos de fase de ascenso a segunda B aunque en ninguna de ellas lo logró. Por aquel entonces subían jugadores a primera división e incluso algún grande nos robaba perlas. Con la caída del Compostela a los infiernos, su fútbol base se hundió con él hasta el punto de desaparecer. Con la caída del Compostela otros equipos de la ciudad intentaron coger el testigo desde la base pero sin el apoyo de la ciudad, el fracaso no tardó en llegar.
El Compostela respira pero no es capaz de arrancar su cantera, el Ciudad y el Grixoa han desaparecido, y el maltrecho fútbol base del área de Santiago es a día de hoy un reino de Taifas en el que la fusión del Conxo y los vestigios del Santiago de Compostela, son la única muestra de oposición a los ataques llegados desde Coruña para liquidar nuestras perlas. Pero la crisis no parece remitir, la escasa categoría de los equipos limítrofes, Negreira, Ordes, Estradense o Noia, tampoco es un reclamo para las perlas, de hecho, la propia fusión de Conxo y Santiago no deja de ser una huida hacia delante en busca de la concentración de talento para no sucumbir ante otras canteras foráneas mejor trabajadas.
Es innegable que hay talento en Santiago, tal vez más del que se pueda apreciar debido a tanta dispersión, pero si no se toman las medidas adecuadas todo ese talento acabará en medianía y mediocridad. Proponer una estructura piramidal de clubes para una región o área no tiene porqué suponer la inviabilidad de los clubes más humildes si se hace correctamente, y por contra, puede concentrar el talento y protegerlo de los intrusos de otras zonas. Ya se hizo una vez y puede repetirse dadas las circunstancias, pero eso supondría que más de uno tendría que abandonar su ego por el bien común, algo que en el fútbol base de Santiago a día de hoy está lejos de darse. Este egoísmo patológico es el que está expulsando el talento de Santiago, y el que hará perdurar la oscuridad hasta que otro Compostela edifique un equipo profesional con los principios de cantera de D. José María Caneda.
Cada verano, todos los equipos de fútbol base de Santiago se pelean por jugadores que al final acaban en Coruña. ¿Es difícil fichar porque hay mucha competencia, o esta fuga de talento se debe a que lo que se ofrece no es atractivo? ¿Qué salida local tienen los chavales con potencial en su primer año senior? La guerra está tan centrada en ser la mejor cantera que nadie mira que los cachorros de 19 años como Queiruga o Alberto en su momento, tienen que emigrar por falta de alternativas locales adecuadas a su nivel.
Toca esperar y comprobar si la política del Compostela es acertada y el contrato con el Zona Vella acaba dando frutos. De momento, creo que un equipo en mitad de tabla de segunda regional es claramente insuficiente para las necesidades del club y la fuerza de venta de su cantera. Mientras tanto seguiremos asistiendo al constante deterioro del fútbol base de Santiago. Hasta la semana!!!

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