Bueno… pues que queréis que os diga, la verdad., poco me
queda que decir, si hasta lo intenté explicar con una fábula (fue la semana
pasada, por si estás despistado y no te lo leíste). El pesimismo se está
apoderando semana tras semana de nuestro estadio Salapasidis, según van pasando
los partidos uno se da cuenta de que las cosas no van por buen camino, si es que ya lo
dijo Bob Dylan en una de sus mejores canciones: Los tiempos están cambiando… y
vaya si cambian, porque de aquí a un año pasamos de disfrutar el liderato a
pelear por hacernos un hueco en los playoffs de ascenso. Pero eso no es lo
peor, que va, todavía hay temas más preocupantes. El que más temo es
uno en especial que se va asomando por el camino de nuestro querido Compos; me
estoy refiriendo, como no, a la maldita y petarda rutina, esa sensación
terrible que se muestra poco a poco en el territorio compostelano. Porque lo de
no ganar partidos se está convirtiendo en algo muy habitual, y es no mola nada,
pero nada de nada; vamos que es de todo menos “cool”. Y tras esta jornada otra
vez negativa para éste nuestro Compos, el equipo está ahora mismo fuera de la
zona de ascenso…. Vamos, que el Compos subió al tren del playoff de ascenso sin
billete, el revisor de la sequía
goleadora le pilló y le echó en la siguiente parada, Y ahora tenemos que
esperar al siguiente tren, que sabe Dios cuando viene…
Pero claro, esto no puede quedar así, hay que hacer algo.
Así que me puse los calzoncillos de pensar en la cabeza y me senté frente a la
ventana, observando las persianas (es que me olvidé de subirlas esta mañana ).
Y lo primero que me vino a la cabeza fue… ¿porqué no jugo de titular nuestro delantero estrella Miro
Pereira (¿Qué no sabes quién es Miro Pereira, pues tranquilo, que eso se explica
en El Borrego Gallego, tu haz click aquí y ya te enteras). Un delantero centro
nato, referente en los balones largo, peligro constante en los córners… Yo que
queréis que os diga, creo que debería jugar mucho más,
llamadme loco…
Ahora dejemos a un lado el tema deportivo, ya que hubo algo
bastante más llamativo y sorprendente por parte del club. Resulta que el Compostela,
aprovechando la numerosa gente que venía al partido desde Ourense, decidió en
un alarde de originalidad subir el precio de las entradas a 15 €. Sí, sí…leéis
bien, 15 €. Pero vamos, yo os puedo asegurar, de hecho estoy más que convencido, de que la verdadera razón de la subida de precios es debido al aumento del
salario mínimo profesional que aprobó el gobierno, si es que algunos “listos”
ya decían que iba a afectar a la economía… Además, tened en cuenta que no
tendría sentido que el equipo cobre 15€ por una entrada ¿No os dáis cuenta de
que el club siempre piensa en el aficionado y si hiciese eso sin razón alguna
estaría provocando que los compostelanistas pagasen el mismo precio en Ourense? Todos sabemos que el Compostela busca quedar bien con el resto de las
aficiones, así que nunca pensaría en aprovecharse de la situación. Si es que sois unos malpensados...
¿Sabéis que fue la mejor noticia de este último partido?
Pues que por fin pasamos esa maldita tourmalet tan terrible, ahora nos vamos a Porriño, a ver si sacamos algún puntito de tierras porriñenses, que buena falta
nos hace.
Bienvenidos al maravilloso mundo de las turbulencias
compostelanas.



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