Que Ya lo sé… no hace falta que me lo digáis. Estos días
estuvieron llenas de noticias. Jugadores como Mitogo el Mito de San Lázaro o
Cedrón abandonaron nuestro querido Compos; si con la baja de SuperJulián nos
quedábamos cojos, con la de Mitogo vamos a tener que ir a por una silla de
ruedas. No creo que merezca la pena que comente nada sobre lo ocurrido el pasado domingo, todo lo que había que decir se dijo en su momento. La actitud del equipo me ha convencido para que no pueda dedicarle nada al terrible incidente.
Pero no os preocupéis, ciudadanos composteriles, porque por otra parte, también llegan caras nuevas, nuevos jugadores, nuevos apodos que inventar. Aunque hoy no me apetece hablaros de eso, no siempre voy a hablar de fútbol; porque para los temas futbolísticos está el post que tengo encima. Yo, Alforfoncio De Los Ríos Acaudalados En La Villa De los Abetos, hoy os voy a hablar de un tema que me corroe, algo que lleva albergándome una terrible duda desde hace un tiempo. ¿Y qué es eso que te corroe, extraño hombre? Os preguntaréis. Pues yo os lo explico, por algo me llaman Alforfoncio el explicador:
Pero no os preocupéis, ciudadanos composteriles, porque por otra parte, también llegan caras nuevas, nuevos jugadores, nuevos apodos que inventar. Aunque hoy no me apetece hablaros de eso, no siempre voy a hablar de fútbol; porque para los temas futbolísticos está el post que tengo encima. Yo, Alforfoncio De Los Ríos Acaudalados En La Villa De los Abetos, hoy os voy a hablar de un tema que me corroe, algo que lleva albergándome una terrible duda desde hace un tiempo. ¿Y qué es eso que te corroe, extraño hombre? Os preguntaréis. Pues yo os lo explico, por algo me llaman Alforfoncio el explicador:
Usemos la mente, cerremos los ojos, abramos la boca y
bailemos un vals. Pongámonos en el caso de que estamos en un universo paralelo
en el que decidimos comprar un restaurante (con paralelo me refiero a universo muy
similar al nuestro, no a un universo para un idiota). Resulta que tenemos el
dinero necesario para hacernos con un restaurante que tuvo mucho éxito en el
pasado, pero que se encuentra en horas bajas, muy bajas. Y decidimos
arriesgarnos, no lo pensamos y ponemos la pasta, porque recordamos con mucho
cariño ese local, así que nos compramos el restaurante con la ilusión de
volverlo a llevar a ese éxito tan añorado.
Bueno, pues abres el restaurante, y oye no te va mal. Vale
que no llegas al nivel que tuvo en su momento, pero va arrancando y tienes
gente. Lo suficiente para seguir adelante. Poco a poco, te das cuenta de que
eso carbura, eso funciona.
Pronto te vas a dar cuenta de que has puesto mucho
dinero, y no estás recibiendo muchos beneficios. Bueno, es algo lógico, ya que
te has arriesgado con un restaurante que estaba hundido. A fin de cuentas, es
un negocio, y todo negocio tiene riesgos.
El problema viene cuando intentas, con una importante inversión,
llegar todavía más arriba, intentar jugártela para crecer. Tu crees que es el
mejor momento y tiras pa´delante, porque tu lo vales. Y sale mal, muy mal, en
un año te das cuenta de que el restaurante se ha hundido un poco más, y lo peor
de todo ocurre a nivel personal: has perdido mucho dinero.
Entonces, yo me pregunto. Si eres dueño de un restaurante,
ves que perdiste dinero, y que las cosas no van bien… ¿Por qué lo sigues
intentando?¿Realmente crees que un restaurante que nunca obtuvo muchos
beneficios te los va a dar ahora, así de repente? Ese año quieres recuperar la
inversión y le dices a tus clientes que no hay dinero, que este año no se puede
gastar, así que el producto no va a ser de lo mejor, es evidente.
Por otra parte, ves que la mayoría de los restaurantes
siempre tienen que hacer una gran inversión para mejorar, sino no hay manera. Pero
a ti te da igual, porque estás convencido de que sin gastar dinero puedes
contentar a los clientes y salir adelante.
Vamos a ver, sino tienes dinero y has perdido mucho ¿Por qué
sigues? Y lo más importante, si desde un principio ves que no tienes dinero
suficiente para mantener el restaurante ¿Por qué decides comprarlo? ¿No puedes
ir a por otros restaurantes más pequeños? No lo entiendo, la verdad. Hay cosas
que son inexplicables, cosas que no pueden llegar a entenderse, espero un día
me resuelvan esa duda.
Ya podéis abrir los ojos, iros del universo paralelo y
volved a este, a ver si vamos a estar molestando a Flash o al Doctor Who en uno
de sus viajecitos y la vamos a montar. Y acabo preguntándoos,
queridos lectores de este nuestro blog,
¿Soy yo el único que ve que el restaurante no carbura bien?¿No debería
ese dueño del restaurante darse cuenta de que ese negocio no va a dar
beneficios? Ahí lo dejo, que fluya en el aire….
Bienvenidos al maravilloso mundo de la Desavenencia
Hostelera.
O problema é que quere traspasar o restaurante arruinado e que lle paguen coma se fose o de Arzak.
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