Si la semana pasada decíamos que el Compos debería ganar los cuatro encuentros de marzo para enfilar el último tramo de liga con opciones de pelear el campeonato, los de Santiago no lograron deshacer el cero a cero inicial frente al Polvorín el pasado domingo. Además, mientras los picheleiros pinchaban con el antepenúltimo clasificado, el líder Arenteiro ganaba con claridad al filial vallisoletano que es tercero.
El Compostela salió al campo con su once más utilizado, con Jaime Santos ocupando el puesto del sancionado Jordan, al igual que hizo la semana pasada. El Lugo B tampoco sorprendió ni con el once ni con el planteamiento. Los lucenses quisieron llevar la iniciativa y el tempo, pero sin profundidad por los laterales y sin capacidad para deshacerse de la presión local en el medio del campo. Los de Santiago, por su parte, centraron su estrategia en golpear la debilidad del polvorín para exprimir sus armas. Aun así, el resultado fue aún peor que del Lugo B. Si bien los de Santiago fueron capaces de anular la recuperación tras pérdida visitante, fueron una nulidad absoluta en transición. Un partido que debería ser sencillo para los locales, se convirtió en un calvario insufrible de errores desesperantes que mataron cualquier ocasión.
Con el paso de los minutos, y mientras el Lugo se diluía hasta un conformismo anodino por el empate, el banco blanquiazul movió con intención el banquillo para darle una vuelta al planteamiento. Los de Santiago buscaron la posesión y empujaron en busca de la victoria, acercándose más a un 4-3-3, pero con más corazón que cabeza y más ganas que conocimiento. Volvemos a lo mismo, este Compostela en ataque estático es cada jornada más limitado y eso que hay mimbres. Cuando en plan A de partido falla, todo se nubla, y aunque raramente se pierde, no se gana.
Fabiano tampoco quedó muy contento tras el encuentro con las decisiones que tomó algún jugador sobre el verde. Aunque más que culpar a unos o a otros, algo totalmente dañino y poco útil, más allá del desahogo que produce la crítica con ira porcina hacia el primero que pasa por el túnel de vestuarios. Los equipos de futbol, son eso, equipos, unas veces fallan unos, otras veces otros, y otras no hay quién haga la o con un canuto, pero no por ello no valen para cumplir los objetivos que alguno ha decidido imponer. La SD aspira al ascenso, es obvio que sus posibilidades varían según la posición que ocupen al finalizar la temporada regular, pero hasta que agote todas sus opciones, el objetivo es factible y parece bien encaminado ocupando la segunda plaza. Nadie daba un duro por esta plantilla y está segunda, y tal vez los demás grupos tampoco sean mejores que este, aunque claro, con esa cerrazón de guiarse por los nombres y los presupuestos y no por el rendimiento real del equipo... A más de uno habría que recordarle que el Zamora es cuarto y el Avilés quinto, ambos con peor serie de cinco últimos partidos que el pupas Compostela.
Y antes de despedirme os dejo con el ganador del MVP del mes de febrero de la SD, que no es otro que Mario Rodríguez. Se le queda pequeña esta categoría, todo un crack.
El domingo, a las 12, tres autobuses repletos de seguidores blanquiazules se desplazarán para ver el Coruxo - Compostela, esto y no otra cosa es lo que demuestran los verdaderos seguidores, los que apoyan incondicionalmente sin cuestionarse los objetivos o la categoría. ¡Hasta la semana!!!
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