De polvos, lodos y otras consecuencias (versión seria)

Sin lugar a duda, todos nos quedamos un poco en fuera de juego cuando se hizo pública la alineación decidida por Rodri para enfrentarse al Pontevedra. Más aún, sorprendía la realidad de que Antas y Escudero se caían de la convocatoria, y que alimentaba una posible manipulación de la información haciendo creer que todos estaban disponibles. Pero en ese once, era la suplencia de Primo, Parapar y Rafa Mella lo que más extrañaba. Con 4 mediocentros sobre el verde del Vero Boquete, habría que esperar al pitido inicial para poder definir el qué y cómo quería plantear el encuentro el técnico de Valdeorras. A mí me pareció muy interesante la propuesta, y por eso hoy os traigo mis impresiones y valoraciones de este experimento. Empezamos...

Camino del estadio, mi cabeza ya iba dándole vueltas a las posibles alternativas, mientras analizaba las razones y motivaciones que se escondían tras el once. Parecía bastante obvio, por las suplencias de Parapar y Rafa Mella, que planteamiento inicial de Rodri pasaba por jugar con Pablo Durán en banda y un falso 9, tratando de buscar superioridad numérica en la zona de creación para hacerse con la posesión, pero tan poca pólvora sobre el verde desmontaba esta teoría. De modo que reconstruí este planteamiento dándole una perspectiva más defensiva, es decir, como puedo hacer para que no me dominen con balón. Vamos, algo parecido a lo que le hizo el Adarve, pero con jugadores de un perfil totalmente diferente y en un campo mucho más grande. Y así es como yo lo vi. La SD salió con Josiño de falso 9, una línea de presión bastante alta, y mucha gente en el medio del campo con la finalidad de que el rival no pudiera circular la pelota, y en este aspecto la táctica fue un éxito. Defensivamente, los picheleiros consiguieron neutralizar el juego combinativo del Pontevedra, y que sus jugadores terminaran por rifar el balón con lanzamientos en largo perdiendo la posesión. Hubiera sido sin duda un planteamiento perfecto de no ser por la segunda parte, es decir, ya tengo la posesión y ahora toca intentar hacer daño.

El hecho de jugar con un falso 9 con tan poco cuerpo, le dejaba siempre en clara desventaja con los centrales granates, impidiéndole progresar y acabando casi siempre devolviendo o driblando hacia campo propio. Por otro lado, la banda derecha con Saro y Pablo Durán carecía de profundidad y desborde, y los ataques por ese flanco eran simplemente nulos. Además, las constantes pérdidas por imprecisiones en la salida, provocaban contragolpes que los granates solamente supieron aprovechar en la jugada del gol visitante. Mientras el Pontevedra le generó bastante peligro a la SD, los blanquiazules únicamente remataron en una ocasión y desviado.

Tras el descanso, Rodri decidió seguir perdiendo la banda pero mejorar la punta, e intercambió a Josiño y Pablo Durán, y aunque el míster diga que fue una jugada aislada, lo cierto es que la primera que tuvo el joven delantero cerca del área, acabó en penalti. Fuera cual fuera el resultado de la pena máxima, el de Valdeorras ya había decidido rotar al 9 y dar entrada a un extremo por un mediocentro para volver a su dibujo más habitual, momento en el cual todo cambió. Aunque la entrada de Parapar aportó incisión por banda y peligro, la salida de Jordan se tradujo en una pérdida de control del medio del campo, y un calvario para la defensa y Pato que no sabían cómo achicar tanta agua. Diez insufribles minutos tuvieron que padecer los locales hasta que Rodri se diese cuenta del enésimo agujero que el mismo provoca. Suerte para el blanquiazul que su "bro" Ángel Rodríguez le echó un cable. Con la entrada de Baleato y el inexplicable cambio de posición de Brais, todo se equilibró. Todavía habría que esperar a que Pato obrara su milagro, para dar por muerto un encuentro que daría un par de coletazos más, pero a base de errores, empuje y corazón más que con acierto, ideas y cabeza.

Del Pontevedra poco que decir. Tiene una de las mejores plantillas de la categoría, y un entrenador del montón que le limita a la hora de ser un equipo realmente temible. Con el 1-0 le cedió la iniciativa al Compos que le acabó empatando, y luego con el 1-1 le entraron tantas prisas que la acabó cagando. No perdisteis dos puntos, perdiste 2 puntos tú solito. Miguel Román es muy bueno y Álex Gonzalez increíble, pero sin Yelco ni Brais son un equipo predecible. Dicen que Charles jugó y que Rufo también, enhorabuena, hay que justificar las nóminas.

Más allá de su ejecución ineficiente, me gustó mucho la idea de partido planteada por Rodri. Valoro increíblemente que el míster innovase, optó por no seguir haciendo lo que semana tras semana le daba el mismo resultado. También me quedo con que todos los titulares fueron partícipes de esa idea, lo cual significa que podría llegar a calar en la plantilla. Por primera vez esta temporada he visto no solamente una idea clara de juego, sino una interiorización de ella por parte de los jugadores que se tradujo en un juego grupal intencionado. Se intentó hacer lo que se quería proponer, y para mí eso tiene mucho valor. Es cierto que la idea falló estrepitosamente en fase ofensiva, y que algún jugador puede tener un difícil acople en este planteamiento por sus características, pero aun así, sinceramente, le daría una vuelta a esta idea porque nunca se sabe por dónde puede estar el buen camino. Además, me gustó como Matías secó a Charles, el combo Jimmy - Salado, Parapar por la izquierda, el trabajo en la sombra de Fer Beltrán, y el plomo que es Baleato para los finales complicados, es un "must".

El próximo sábado el Compostela visita Palencia. Allí se enfrentará a otro equipo basado en el juego combinativo y con peor contragolpe. Con menos presión que en el derbi, ¿nos sorprenderá Rodri insistiendo con una idea similar, o todo habrá sido una salida al paso de las bajas y el rival? ¡Hasta la semana!!!