Nos ha subido la temperatura (vesión seria)

El pasado domingo, primer y tercer clasificado del grupo I de la segunda RFEF se enfrentaban en la matinal en el Vero Boquete de San Lázaro. El partido que se presentaba igualado no se desvió mucho, aunque no se puede obviar que las bajas de Antas y Montejo se hicieron notar. En mi opinión justo empate visto lo sucedido, aunque sin entrar a valorar, eso sí, que pudo haber pasado si a los madrileños no le anulan un tanto al borde del descanso aparentemente legal. Reparto de puntos que beneficia al visitante y que me deja con la sensación de que los gallegos pudieron haber hecho más. Y digo haber hecho más, porque es ahí donde yo pongo el foco, y no en un Adarve que como equipo considero que cuajó un gran encuentro.

Los madrileños salieron con lo esperado con la única novedad de Albur en lugar de Montejo. Dispuestos según lo previsto en un 4-4-2, se centraron principalmente en anular el desborde de Escudero y Parapar presionando con dos efectivos cuando estos recibían, y cercenando prácticamente cualquier tipo de progresión por las bandas. En este sentido sufrió menos la banda izquierda gallega, que con las buenas incorporaciones al ataque de Jimmy conseguía a veces deshacer el tapón. Por la derecha le costó más aunque es cierto que en los 25 primeros minutos Parapar sí influyó en el juego.

Por parte de los santiagueses, Rodri sorprendió con una rotación masiva en la línea defensiva, buscando aprovechar la experiencia de los Seoane Mella y la altura de Matías. A pesar del elevado número de cambios la línea defensiva respondió bien en defensa, salvo en el fallo en cadena que supuso el empate, y en ataque con buenas incorporaciones de Jimmy y el chicharrazo que se marcó el argentino. Era más obvio el jugar con tres por dentro en el medo del campo para dominar la zona ancha y ensanchar el campo, y la continuidad de Parapar, Primo y Escudero buscando desborde y velocidad. En mi opinión planteamiento totalmente acertado del técnico blanquiazul.

Así arranco un choque al que los picheleiros saltaron con las ideas muy claras, dominando el juego, creando y llegando. El Adarve por su parte, más a la expectativa, trataba de sacudirse el dominio sin éxito. En el 23 Vesprini adelantaba a los locales de libre directo y abría las esperanzas gallegas hacia un resultado positivo. Como viene siendo habitual, tras el gol el Compostela cedió parte la iniciativa y el Adarve comenzó a llegar a las inmediaciones de Pato, pero sin generar mucha sensación de peligro. Principalmente, tiros más allá de la frontal con oposición que llegaban mansos al cancerbero local, o que se marchaban por la línea de fondo. Por contra, la apertura de líneas madrileña dejaba espacios para los blanquiazules que lanzaban sus venenosas contras y que hacían presagiar un desenlace diferente al finalmente ocurrido. ¿Por qué? Sin duda el entrenador visitante defenderá el gran trabajo de los suyos, sin embargo, lo cierto es que los gallegos estuvieron altamente imprecisos y desperdiciaron numerosas ocasiones para crear peligro. Entiendo las sensaciones de Rodri porque yo también las tuve, no obstante era evidente que esa mañana los chicos no tenían el pie calibrado y les iba a costar matar el partido.

Tras el gol anulado a los visitantes y el paseo por los vestuarios, se reanudó la segunda mitad casi con el mismo guion, hasta que llegaron mis peores pesadillas, las terroríficas "ventanas de cambios". Viendo que los suyos eran incapaces de agitar el partido, el técnico visitante hizo tres cambios esperanzado de cambiar el rumbo del encuentro, sin embargo, nada se movió. Por aquel entonces a Rodri ya le empezaba a calentar la cabeza el hecho de que los suyos no fueran capaces de matar el partido. Le daba vueltas a pasar a línea de 5 atrás, pero no contemplaba la posibilidad al no estar sufriendo. Le compro su análisis. Minutos después un Parapar agotado pedía relevo, un relevo que entraría acompañando a Baleato que sustituía a Samu. A mis ojos, aunque Samu pudiera estar también cansado no era de los que más, y sustituir su buen trabajo en aquel momento me pareció inapropiado. Luego retomo este punto. Seguidamente, el Adarve empataba y un Compostela sin salida de balón se mostraba totalmente inoperante para atacar. El Adarve continuó a lo suyo, aunque más de lo mismo. Reparto de puntos y para casa. En mi opinión, poco podían hacer los de Santiago tras el empate con o sin cambios, porque la cagada ya estaba hecha y no había forma de darle para atrás como sí pudo hacerse hace 2 semanas.

El objetivo de Casti para el mercado de verano era dotar al equipo de un banquillo consistente, y lo hizo, no obstante de nada sirve un buen fondo de armario si no lo gestionas correctamente. Con este plantel, para mí "Faltaron piernas" no es una respuesta válida. En mi humilde opinión, con Antas sancionado y Jordan en fase de readaptación, solamente tienes a Samu con la experiencia y calidad necesarias para sacar el balón jugado desde atrás. Tanto Josiño como Fer pueden subir el esférico, sin embargo, sacar el balón desde atrás jugado es una tarea muy específica y no todos tienen las cualidades adecuadas para realizarla. Al quitar a Samu del campo para dar entrada a Baleato, pierdes esa habilidad sobre el verde, y si además tienes la mala suerte de que te marquen, como así sucedió, a ver como haces después para rearmarte. Aunque pudiera parecer que la línea de 5 atrás no era necesaria por como se estaba desarrollando el encuentro, con Joel, Baleato y Roque en el banquillo, tienes muchas más alternativas para que pase lo que pase luego aún tengas capacidad de reacción. Incluso aunque Samu estuviera cansado, tendrías la alternativa de aliviarle la carga de trabajo dando entrada a un compañero que asumiera parte de sus tareas, estirando un poco más el cambio. Y repito, no quiero ofender sólo es opinión.

Sinceramente, creo que Rodri se equivoca por partida doble, cómo técnico sustituyendo a Samu sin más alternativas a las posibles contingencias (opinable), y cómo líder al no asumir su responsabilidad por lo sucedido. Haberlo hecho en rueda de prensa no solo reforzaría su posición en el grupo, sino que además traslada ese liderazgo a la afición, algo que no está exento de importancia. No haciéndolo transmites o bien que todo salió como esperabas o bien que tus acciones no influyeron en la pérdida de dos puntos. Y que quede claro que esto no es ningún aquelarre. Rodri, al igual que la nueva plantilla, debe seguir creciendo, y los errores forman parte de ese crecimiento como oportunidades de mejora que son. Yerra el que actúa asumiendo la responsabilidad, y responsable es el que asume y aprende de sus errores. ¡Hasta la semana!!!