Como ya sabréis, finalmente el pasado viernes se aprobó el protocolo de actuación para la ligas de fútbol no profesional tras su suspensión a causa de la crisis sanitaria provocada por el virus SARS-COV-2. A pesar de lo convencido que estaba que este último protocolo propuesto tampoco saldría adelante, he de reconocer mi equivocación y asumir que en el fondo la federación algo hace. Aunque si bien es cierto que el protocolo se salvaguarda diciendo que siempre que el virus lo permita, ya es un gran avance que Rubiales & CO hayan salido de su zona de confort y se expusieran a la crítica tomando una decisión. Del mismo modo, como no podía ser de otra manera, clubes como el San Fernando ya se han puesto de uñas con la decisión tomada y amenazan con medidas legales ya que, como es normal, jamás va a llover a gusto de todos y menos aún cuando la muestra es tan grande, más de 400 equipos involucrados entre Segunda B y Tercera. Lo que se aprueba es simple. Vamos a desgranarlo para ver las implicaciones que trae.
En primer lugar, la cancelación de las ligas nacionales que dependen de la federación, dejando a cada delegación territorial que gobierne sobre las suyas según crea conveniente, hay que hacer amigos. Esto quiere decir que se dan por finalizadas la ligas tras la última jornada disputada en Tercera división y Segunda B. No me parece ni justo ni injusto, ni la mejor ni la peor de las opciones, me parece una tan válida como cualquier otra con sus cosas buenas y malas, y que ante todo desatasca una situación que ya se empezaba a anquilosar. Los grandes perjudicados, los que han disputado menos encuentros que el resto y en teoría han tenido menos opciones que los demás.
En segundo lugar, la RFEF aprueba que no habrá descensos pero sí ascensos. La decisión salomónica para no perjudicar a los que ahora se encuentran en zona de descenso ni a los equipos que se encontraban en zona de playoff de ascenso. La decisión no parece la menos mala, pero provocará un aumento del tamaño de las ligas y por consiguiente más dificultades a la hora de ascender o sobrevivir en ligas poco rentables, es decir, nacionales. Obviamente no me cabe la menor duda de que tras este punto se esconde la tan deseada reestructuración que quería Rubiales y que hace algo más de un año le tiraron abajo. Gracias al COVID-19 el presidente de la federación logrará su objetivo, e introducirá por la puerta de atrás algo parecido a aquellas ligas "PRO" que propuso en aquel entonces, lo que supondría una o dos niveles de ligas no profesionales nacionales más. Pero todo esto lo dejo para más adelante, aún es especulación.
En tercer lugar, tenemos e número de ascensos por categoría que también está aprobado. Ascenderán a Segunda A 4 equipos y a segunda B 20. Dos puntos interesantes. Uno, que de este modo quedarían 96 equipos en segunda B, lo que significa que la federación espera que sí haya descensos en segunda A aunque no se termine el campeonato profesional. Otro, que además de un ascenso por cada grupo de Tercera, habrá dos plazas a mayores. Con todo ello, para la 2020/2021 habría en segunda B 5 grupos de 20 equipos cuya configuración parece ser que cambiará mucho con respecto a la actual, aunque dicha configuración tampoco está aprobada así que tendremos que esperar y especular hasta que sea definitiva.
Y en cuarto y último lugar, que los ascensos se lograrán por playoff siempre que las circunstancias lo permitan y en el caso de que sea inviable ascendería el primer clasificado de cada grupo, salvo las dos plazas extras, que está claro que serán para campeones no clasificados pero que aún no está claro como se repartirán. Aquí otro guiño de Rubiales a sus votantes, las delegaciones federativas respectivas decidirán el escenario de cada uno de los playoffs.
A pesar de todo ello, la Comisión Delegada sigue trabajando y aún ayer continuaban aprobando pequeños acuerdos para solucionar pequeños conflictos. El cómo se solventará la distorsión de que haya equipos con menos partidos que el resto o cómo se garantizará la seguridad frente a la pandemia de los futbolistas, son algunos de estos acuerdos. Me quedo con el segundo porque me parece increíble que la AFE no ponga el grito en el cielo. Para que los clubes no profesionales no tengan que gastarse 80.000€ en tests, un coste inasumible, la RFEF propondrá a Sanidad un protocolo para estas categorías por el que los clubes sólo tendrán que abonar aquellos test que pasarán aquellos jugadores que los médicos de los clubes consideren, es decir, no necesariamente todos y sin especificar cuántos. Sí, tal cual, jugadores de primera y jugadores de segunda. Dudo mucho que Sanidad se lo apruebe salvo que cambie mucho la situación, pero visto lo visto... A saber, tal vez incluso la AFE reaccione a tiempo.
Visto cómo se está comportando una parte de la población con el cambio de fase, los que no piensan que el repunte nos devolverá a fase 0, piensan ya que esto tiene pinta de ir para largo. Y es que aunque la RFEF tiene en mente su fecha límite para la disputa de los playoffs, probablemente en agosto, todo sigue pendiente de la evolución de la pandemia y ni siquiera hoy se puede asegurar que el ascenso directo de los primeros clasificados sean inviable. El Compos por su parte ya se prepara en teletrabajo. Ya sé que suena raro, pero no me negaréis que es original y una buena manera de ir calentando motores antes de tocar el césped.
En fin, veremos lo que nos depara el futuro, en cualquier caso trataremos de informaros como siempre cada miércoles. Hasta la semana!!!


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