Vaya, vaya, vaya... que apretadito está el trono, los ferrolanos notan nuestro aliento en el cogote. Van a tener que hacer una buena ampliación, que no hay sitio para todos. Si es que los ferrolanos hicieron un trono pequeño pensando que lo iban a tener sólo para ellos y, sin comerlo ni beberlo, aparecieron dos nuevos aspirantes dispuestos a sentarse en esa silla que te otorga el poder del liderato. Pero dejemos este tema, que como siga así voy a compararlo con Juego de Tronos y ese símil está más visto que un capítulo de Aquí no hay quién viva (en serio, señores de Antena 3 ¿no tenéis más series? Aunque a mi poco me importa, pues os he de confesar que nunca veo ese canal). Vayamos a algo que llevo diciendo desde principios de temporada y que Domingo tras Domingo se está demostrando cada vez más. Me estoy refiriendo al jugador que lleva la sombra de Primo a sus espaldas, el mismo que llegó a una nueva ciudad a la espera de una oportunidad para progresar en su futura carrera. Me estoy refiriendo al único, el inigualable, ¡Miro Pereira! (Aythami Perera para los de fuera de Galicia y para los gallegos que tuvieron la suerte de no tener a ningún familiar o amigo que te hacía ver la serie Platos Combinados porque a él o ella supuestamente le gustaba).
Resulta que el delantero compostelano creyó que el término Hat Trick no era suficiente para definirle, así que fue todavía más allá y se le pasó por la cabeza meter... ¡cuatro goles!. Sí, sí, como lo oyes, no uno ni dos, sino cuatro zambombazos que decidieron colarse en la portería del Estadio que esta junto al campo de entrenamiento Salapasidis. Y tras ésto, la duda que me hacía pensar mucho mucho era la siguiente: Si marcar tres goles es un Hat Trick, ¿Qué término se usa para marcar cuatro goles? Pues tuve que buscar concienzudamente para encontrar una solución que acabase con este sinvivir.
Tras unos treinta segundos en Google encontré la respuesta acertada. Resulta que el término utilizado para marcar cuatro goles es. ¡Póker!. La verdad, no se mataron mucho a la hora de pensar una palabra, a mi por lo menos no me acaba de convencer. De hecho lo que menos me gusta es que seguimos con los anglicismos, volvemos con las palabras inglesas. Por lo tanto he llegado a la conclusión de que debería encontrar una palabra homónima que provenga del español. ¿Y cual es la palabra que he escogido de todo el diccionario español? Pues otra muy sencilla que significa lo mismo: Dúplex.
No, que va, con Dúplex no me estoy refiriendo a ese piso de dos plantas ni al antiguo pub Compostelano (los más jóvenes no lo conocisteis, pero existir existió; y la verdad, no era mucho mejor que los actuales), voy todavía más allá. Resulta que en el Mus (para los millenials, el Candy Crush de nuestra época) se denomina Dúplex cuando tienes dos parejas de cartas o cuatro cartas iguales. Vamos la versión española del póquer (salvo que en el juego yanki las dos parejas iguales se denominan doble pareja, pero los españoles que somos de no esforzarnos mucho, juntamos ambas en una sóla palabra y como Dios). Así que olvidémonos de los juegos de cartas yankis y quedémonos con los nuestros, que tenemos para aburrir (sí, lo de aburrir va con segundas).
Tal vez vosotros no lo hayáis visto, pero al final del partido, si te fijabas bien, podías ver a la sombra de Primo despidiéndose de todos nosotros mientras decía: "ya no se acuerdan de mi, es el momento de irme". Así que dejemos atrás ese pasado Primesco y comenzemos a pensar en el futuro que nos espera con Miro Pereira.
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