Hubo que esperar a finalizar la jornada 37 para ver como el Compostela se proclamaba matemáticamente campeón de liga, pero al final todo llega. Así es, el pasado domingo, los picheleiros se proclamaban en Carballiño campeones del grupo 1 de tercera división a falta de la última jornada liguera. Con 86 puntos en su haber, el Compos certifica un campeonato que lideró durante más de media temporada y en la que también fue campeón de invierno. Atrás quedan ya 37 jornadas de liga en las que este Compostela sólo ha cedido 5 empates y 5 derrotas bastante repartidos, haciendo su trayectoria incontestable. Los de Santiago cayeron en casa frente a Boiro, Barco y Bergantiños y a domicilio en Villalba y Ponteareas, mientras que empataron los dos partidos frente al Arosa y las salidas a Cangas, Valdeorras y Ourense.
Tal vez, hacer ver a aquel ya famoso 40% de los aficionados que lo conseguido por este grupo es a todas luces extraordinario, no sea más que gritar en el desierto como hizo Yago en múltiples ocasiones, pero no puedo dejar de loar a cada uno de los miembros de la plantilla y el cuerpo técnico. En especial a Casti. Para mí, el director deportivo del Compostela es el gran vencedor de esta campaña, el McGiver gallego que a lo Monchi es capaz de montarte un reactor de fusión con una navaja suiza. Además, el reto para él ahora es de órdago. No defraudar tras haber dejado muy alto el listón en estas dos temporadas, y montar de nuevo un equipo para la próxima sin saber a lo mejor hasta finales de junio en que categoría competirá, es un Everest que tendrá que escalar sólo y sin cuerda.
También me gustaría felicitar por el título expresamente a Yago el mártir. Realmente parece muy duro tener que caminar cargando con la cruz mientras te fustigan. Sin ninguna duda, toda una demostración de fuerza mental y autoconfianza, sólo al alcance de unos pocos. Con él al lado yo no tengo miedo.
Lo de los veinte valientes merece consideración aparte. Ellos son los que firmaron por un equipo cuyo objetivo principal no era ni el ascenso ni la liga, los que comenzaron el campeonato con el único aliciente diario de trabajar, los que jornada a jornada han desafiado a la lógica, y los que a la postre se han convertido en campeones. Para ellos son las mieles de este triunfo. Como decía Samu en la entrevista del Correo, es posible que para muchos de estos jugadores sea su último título liguero, y eso, es lo que ya han logrado.
Dejo por último a la afición no menos merecedora de este logro. Nuestra alma y nuestro corazón carga con el peso de una historia de éxitos y vergüenzas que hasta cierto punto no nos deja disfrutar del presente. Debemos ser nosotros también conscientes del logro y dotarlo del valor real que tiene. La situación del club actual es la que es, no podemos pretender cambiarla a corto plazo igual que no podemos cambiar el pasado. En una liga difícil y competida, en la que no partíamos con una de las mejores plantillas, hemos logrado un título que, refrendemos o no con el ascenso, ha sido un éxito sin paliativos que no se producía desde hace 10 años. Creo que una vez cada 10 años nos merecemos poder disfrutar de ser los mejores y no seguir comiéndonos el tarro con la distancia que nos separa de la élite del fútbol español. Estos días son de celebración, de salir a la calle y expresar el júbilo y el gozo que te recorre por el cuerpo al decir que somos Campeones, ese sentimiento de orgullo, de pertenencia a un equipo ganador que nos llena el espíritu de positivismo y satisfacción.
Ahora ya sólo queda refrescar las piernas y esperar al sorteo que se celebrará el lunes 14 de mayo a las 16:30 en Madrid. Un sorteo que no nos debe asustar pero que tampoco debe hacernos levantar los pies del suelo.
Como sabéis, nuestro rival será otro campeón de tercera, un cruce que siempre será difícil por la clasificación del rival pero cuyo potencial puede variar mucho según del grupo al que pertenezca. Recopilando datos de los últimos diez años, observamos que los grupos que más equipos meten por temporada en segunda B son Andalucía Occidental y Cataluña. Estos dos grupos han metido siempre al menos un equipo cada temporada y han promediado 1,7 y 1,5 equipos ascendidos respectivamente. Son en principio los dos grupos más duros. A continuación están Galicia, Valencia, Castilla León, Madrid y Baleares que han promediado entre 1,2 y 1,3 equipos ascendidos por temporada. Estos grupos no han conseguido ascender a nadie en tan sólo una ocasión en los últimos diez años. Son grupos complicados. Extremadura, Navarra, Castilla la Mancha, Andalucía Oriental, País Vasco y Murcia son el siguiente pack de grupos con una media de entre 1,1 y 0,9 equipos por temporada. Son grupos asequibles. Y el resto, Asturias, Aragón, Canarias, Cantabria y La Rioja, son los grupos más flojos. Evidentemente, esta clasificación sólo habla de la dificultad de cada grupo y no de sus integrantes de manera individual pero es una aproximación para el que desconozca los logros y fracasos de cada uno de los equipos que entrarán en el bombo. Por todo ello, y repito, como aproximación, tanto el Español B como el Cádiz B, a día de hoy, serán los cocos de un bombo que parece estará plagado de filiales, algo que a mi parecer, no nos beneficia, pero que habrá que asumir aprendiendo de los errores que cometimos la temporada pasda frente al Fabril.
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