¿A vosotros no os pasa que en ciertas fases de la liga el tiempo se ralentiza? ¿No tenéis esa sensación como de que no avanza, de que las jornadas no pasan? Esa es mi sensación a estas alturas de liga en el grupo I de la tercera división. Aún estamos a miércoles y el domingo me parece que queda a años luz. Ya sé que esto tiene una explicación, obviamente, pero aún así no logro convencer a mi cerebro de que es la ansiedad que transmite el desarrollo de un campeonato tan igualado y donde cada jornada que pasa puede suponer un gran impulso, un gran retraso o más de lo mismo. No citaré a Luis Aragonés porque no estoy del todo de acuerdo con su tesis pero si es cierto que llega un momento en las ligas de fútbol en las que la balanza cae definitivamente de un lado, puede ser antes o después pero se percibe y se siente. Sé que el Compostela está rindiendo por encima de lo previsto y que no se sabe si en algún momento se desinflará, pero a mí por lo menos me parece muy evidente que estamos en esa parte de la liga donde se presumiblemente se puede decidir el campeonato, esa donde cualquier ventaja puede ser definitiva o suficiente. En las próximas tres jornadas, el Compostela se enfrentará a Arosa y Alondras y terminará de enfrentarse a los equipos de la zona alta de la tabla. Por su parte, el Bergantiños, se enfrentará a Somozas y Barco dos rivales de entidad que le pueden hacer mucho daño. Tras estos resultados y con sólo 5 jornadas más pendientes de disputar, parece que una diferencia de siete puntos y con el calendario que resta sería bastante determinante. Cuatro largas semanas hasta el de abril que se me harán eternas, y eso que es probable que el panorama no cambie mucho o simplemente nada tras disputarse esas tres jornadas. Sólo espero que los chicos sean capaces de mantenerse al margen de estas ganas de que las jornadas pasen más rápido y se concentren en el día a día, mucho más productivo que las idas de olla de un bloguero pirado. En fin, seguiré deshojando la margarita contando los días hasta el final de liga para después agobiarme con los posibles cruces, los cruces...
El Compostela una semana más se ha mostrado mucho más eficiente fuera de casa que en casa y ha rescatado un valiosísimo punto de Valdeorras que le asegura el liderato una semana más. Tras el gol de los locales de un libre directo que vino precedido de una falta que sólo vio el árbitro y en el que fallaron tanto Lucas como la barrera, el Compostela se volcó sobre el marco rival hasta que, en las postrimerías del encuentro, el Dios del fútbol decidió tomar parte y permitir a Rubén asistir a Omar para que este batiera a su guardameta. Costó mucho, y aunque fuera con un tanto en propia meta, los picheleiros sacan un puntito muy importante en un campo muy complicado.
Las jornadas van cayendo, y así como el liderato sigue en disputa, las posibles remontadas desde atrás se van esfumando. El Boiro el ejemplo. Los barbanzanos volvieron a caer derrotados, esta vez en Villagarcía, y dicen prácticamente adiós a la lucha por el playoff. No así el Arosa que con esa victoria se coloca a tan sólo tres puntos del Barco. La igualdad a estas alturas de temporada es la tónica y nadie quiere perder las últimas oportunidades que le restan de alcanzar sus objetivos. Las tendencias se quedan en sólo eso tendencias, una palabra que de nada sirvió a un Alondras que cayó en Villalba y que poco influyó a un Somozas que goleó al matagigantes Areas. Veintisiete puntos en liza son muchos, pero veremos cuantos son necesarios para definir el liderato y el playoff.
Y como no hablar de los partidos a las 12. Muchos reservamos la tarde de los domingos para el fútbol y organizamos nuestra vida personal atendiendo siempre al calendario liguero, pero esta práctica muy cómoda en los 90 se ha ido complicando proporcionalmente a la cantidad de dinero que se ingresaba con el fútbol. El fútbol vende y las televisiones han pagado un pastizal por sus derechos por lo que esperan rentabilizar esa inversión ya bien sea con cuota de pantalla o revendiendo esos derechos. Lo de jugar de viernes a lunes es una locura que permite visualizar todos los partidos de la jornada, pero que es un quebradero de cabeza para el aficionado que asiste al campo cada domingo. ¿Os acordáis cuando toda la jornada se jugaba el domingo por la tarde salvo el partido en abierto del sábado por la noche? Con el dinero de las televisiones también llegaron sus exigentes horarios para amoldarse a su programación y explotar al máximo el número de horas de fútbol ininterrumpido hasta el punto de exigir jugar a las doce para explotar el mercado asiático. En el fútbol amateur o semiprofesional las ligas no suelen gestionar sus derechos y son los equipos los que lo hacen individualmente con las televisiones territoriales. En el caso de Galicia quien paga es la RTVG y si el club va a ingresar por jugar a las 12 pues se juega a las 12. Asistencia al campo vs ingresos. A todos nos encantaría ver el multiusos lleno a reventar, pero la realidad es que la taquilla es escasa ya que la mayoría de los asistentes son los abonados que ya pagaron el verano pasado. Hay muchos horarios que no me gustan porque dejan San Lázaro frío y desangelado, pero si a la RTVG le interesa televisar al líder y paga por ello, pues bien, hará más viable el proyecto del club. Hasta cierto punto nos hacen el favor de dejarnos con superávit, y cuantas más jornadas continuemos siendo líderes más querrán televisarnos y más ingresaremos. Si no podemos sostenernos a base de masa social habrá que buscar otras vías. Entonces, ¿estoy de acuerdo con el horario? Hay que modernizarse, adaptarse al nuevo modelo y afrontar el reto de dotar a la asistencia de valor añadido, de ofrecer una experiencia diferente que compense la inversión y las incomodidades de asistir al campo, pagar por una experiencia y no sólo por ver un partido de fútbol. Hasta la semana!!
A mim sempre me gusta ver o compos os domigos po la tarde. Po la maña traballo
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