Bueno, bueno, bueno… ya hay tres puntitos de diferencia, los
atuneros empataron en Somozas y pudimos amplia esa ventajita que tenemos, de
uno a tres. Ya sé que eso es algo positivo, pero como podéis comprobar en la
frase anterior, le he llamado ventajita, no ventaja; porque a pesar de todo, por
culpa del maldito golaverage, seguimos a una derrota de perder el liderato a
costa de los atuneros. Esa es una característica muy común en nuestro querido
Compos, nunca nos podemos relajar, porque a la mínima… ¡plaf! Nos pilla el
torito bravo, y con cara de tontos nos quedamos.
Llámame miedicas, llámamelo las veces que quieras, una, dos
o incluso veinte (si me llamas miedicas 20 veces, por favor coméntalo), pero en
el partido de este pasado domingo estaba un pelín acojonadillo con los
acercamientos céltigos, de hecho me pregunté: ¿cómo un equipo que está peleando
por no descender puede provocar tanto miedo?. Pues nada, decidí ponerme el
sombrero de copa de pensar y comencé esta ardua investigación.
Lo primero era conocer el nombre de los jugadores que
participaron en el encuentro y, debido a mi escaso tiempo libre, no tengo
conocimiento sobre ello. Así que usé esa aplicación que todos tenemos en el
móvil pero de la que no voy a hacer publicidad y observé uno a uno los nombres
de los jugadores:
Y como véis en la alineación no había nada que me aclarase
tan tétrica duda. Seguía encontrándome en ese absurdo sinvivir ante la falta de
conocimiento. Repasé y repasé los nombres y nada, absolutamente nada. Hasta que
momentáneamente vi como un rayo se asomaba por la ventana y entre susurros me
decía:”fíjate bien...”. Y evidentemente, al dar por sentado que esa era una señal, decidí seguir buscando. Y comenzó el momento googleo, comenzó el momento noticias
relacionadas con el equipo, hasta que… ¡bingo!¡había encontrado la razón por la
que este equipo tiene esa fuerza! ¡y lo peor de todo es que no me había dado
cuenta!
Si os fijáis bien en la alineación, ninguno de los
jugadores parece conocido para algunos de vosotros, son de esos nombres que
parecen sacados de la lista de alumnos de un colegio… Pero, cambiemos nuestro
pensamiento y pensemos un momento en los denominados apodos, aquellos que se
suelen crear en relación al nombre, y parémonos en ese J. Martínez que no tiene
foto alguna… J. puede ser de Jesús, y el apodo de Jesús es Suso, así que si nos
paramos a pensar o buscamos en google (mucho mejor…) nos encontramos que el
mítico vikingo arousano que tan buenas sensaciones nos dejó el año pasado juega
ahora en el Céltiga. ¡claro! ¡ahora encaja todo! Teniendo el poder de Odín
gracias a nuestro vikingo favorito es lógico que nos costase tanto ganarles.
Algunos por ahí dicen que no hicimos un buen partido, que faltaban fluidez e
ideas; también dicen que el equipo no demostró la agilidad de los pasados
partidos… ingenuos…
Pues resulta, queridos y estimados, que nuestro vikingo
todavía arousano decidió irse porque a él le gusta jugar de extremo y en el Arosa sólo tenía sitio de lateral. Y esa fue la razón por la que los señores del Céltiga llamaron a su
puerta:
"- ¡riing, riiiing!
- ¿diga?
- Hola buenas tardes, ¿estoy hablando con el
vikingo arousano?
- Sí, así es, ¿Quién perturba mi descanso?
- Soy del Céltiga, llamaba para decirte que tires
pacá, que aquí tienes sitio de extremo.
- ¡Por las barbas de Odín! Cogeré mi hacha y
emprenderé tan ardua aventura."
No os puedo asegurar que la conversación haya sido
exactamente como la he contado, pero es para que os vayáis haciendo una idea.
.
¿Y qué tal lo hizo nuestro vikingo todavía Arousano? Pues la
verdad mal, no se le vio absolutamente nada, de hecho cuando lo reconocí al
principio no me podía creer que era él, porque no tuvo mucha suerte en el
partido. Tal vez decidió bajar su nivel durante este partido porque es muy
considerado, pero a mi me da que es porque no está en un buen momento…
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