¡Uffff! ¡por lo pelos! De la que nos hemos librado… de la que nos hemos salvado… si es que se estaba asomando por ahí la maldita derrota y por momentos me he llegado a plantear llamarle a nuestro Compos el columpio, porque sube y baja…sube y baja… Pero no, como se suele decir a menudo, safamos. Nos hemos librado de una buena decepción, la hemos dejado ahí aparcada en una esquinita del campo de O Barco, para que no nos vuelva a molestar.
Pero una vez terminada la jornada, una vez concluido ese partido en el que salvamos los muebles in extremis, había que analizarlo todo, había que pararse a pensar en todo lo que ocurrió este pasado fin de semana. Así que, raudo y veloz cual gacela omnipresente, cogí mi libreta de apuntes y me dispuse a hacer las anotaciones correspondientes. Desgraciadamente, tras sentarme frente a mi mesa de pensar, me di cuenta de que yo no uso ninguna libreta de apuntes, y menos un bolígrafo, todo eso quedó atrás desde que la informática ocupó parte de mi vida. Así que me levanté y, tras tirar la libreta a la basura, me tumbé en el sofá y comencé a usar el portátil. Tras un par de horas mirando licuadoras y molinillos de café en Amazon, me acordé que había cogido el portátil para analizar lo ocurrido el pasado fin de semana en el partido. Por desgracia, tras mirar la hora, vi que era demasiado tarde, así que decidí dejarlo para el día siguiente.
Y llegamos al día siguiente, ese día en el que me comencé a plantear las conclusiones de tan brava jornada. Hemos empatado uno de los partidos más difíciles que nos quedaba, en los últimos minutos, para darle más emoción al tema, para ponerlo todo más emocionante (cierto es que lo emocionante está muy bien, pero tampoco hacía falta complicarlo tanto…); por lo tanto, creo que es el momento de decir que a eso se le denomina la suerte del campeón. Hemos sacado oro de un partido en el que durante 87 minutos no esperábamos más que sufrimiento y un quiero y no puedo. Hemos vuelto a demostrar que nuestro camino no es un paseo de rosas, sino que hay más de una espina por medio que se nos clava en el dedo gordo del pie izquierdo y que acaba doliendo un huevo y parte del otro. Pero ahí seguimos, ahí estamos todavía, la gente nos respeta porque somos los líderes, la gente nos teme porque somos los primeros, la gente sabe lo que hay cuando juega contra nosotros.
Cada jornada que pasa es un paso menos hacia los playoffs, ya no queda nada, ya estamos tocando con la yema de los dedos el ansiado momento. Pero claro, tenemos un problema, están los atuneros carballenses detrás tocando las narices, esperando un fallo nuestro para ocupar la plaza que nos corresponden. Ya no nos quedan talones de la cantidad de veces que los atuneros nos los han pisado, a la mínima nos adelantan, y eso no puede ser. Algo tenemos que hacer, no podemos permitir que esta gente nos robe lo que más queremos, nuestro liderato. Menos mal que estoy yo aquí con mis ideas, menos mal que se me ocurren a mi cosas para librarnos de este malestar. Para conseguir vencer a nuestros perseguidores atuneros me he acordado de esos odiosos powerpoints adornados con esa insoportable música instrumental que parece sacada de la sala de espera de un dentista y me dije a mi mismo:¿Y porqué no hacemos algo parecido?. Así que, estimados y estimados, os voy a regalar un powerpoint que nos va a ayudar a superar este sinvivir. Y recordad, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, así que no uséis este powerpoint a vuestro antojo, a ver si váis a cambiar el rumbo de la historia o algo parecido.
Bueno, espero que tengáis claro el significado de este mensaje y lo divulgáis por donde creáis conveniente. Yo seguiré aquí, con mi cerveza y mi portátil mirando los molinillos de café en Amazon, a ver si encuentro uno barato y decente, porque vaya mierdas que venden por ahí. Pero eso ya es otro tema, y no os lo voy a contar, porque realmente es una gilipollez. Ata logo!
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