El pasado domingo el Compostela vencía al Bergantiños por la mínima tras un gol más en propia puerta que de Uña y una única ocasión de Rubén. Por su parte, los locales, mostraron muy pocas ideas en la primera parte y mala puntería en la segunda, en un partido donde probablemente el empate hubiera sido lo más justo para lo visto sobre el sintético de As Eiroas. Hoy analizamos la victoria de los picheleiros en Carballo.
Ambos conjuntos saltaron al césped con el mismo dibujo, una línea de cuatro atrás, tres jugadores por dentro, dos extremos y una única referencia en punta. El Compostela, que partió con el mismo once que venció en Barbadás la semana pasada, repitió estrategia y se concentró en la defensa sin balón a través de la presión para complicarle al Bergantiños la distribución. Le funcionó. Con la línea defensiva avanzada y las líneas muy juntitas forzaba a los de Carballo a jugar en largo y correr mucho hacia atrás cuando el Compostela les buscaba la espalda. El Bergantiños, muy incómodo con este planteamiento, aunque quería el balón, carecía de ideas para darle sentido a su juego y terminaba buscando la espalda de los laterales picheleiros pero sin peligro. Así se llegó al 26 momento en el que el Compostela se adelantaba tras un corner botado por Samu. A pesar del cambio en el marcador, esto no supuso un cambio de actitud por parte de ninguno de los contrincantes que seguían mostrándose mucho respeto. Sólo el Compostela con un pase en profundidad de Rober a Rubén que el extremo cedió blandita a Cristopher con su pierna mala pudo alterar el nuevamente el marcador. Tras el descansó el Bergan movió ficha y sacó a Nacho para meter más presión arriba aunque sin modificar visiblemente el dibujo. Con Álex Ares por fuera cambiado con Rober en el Compostela, el conjunto de casa disfrutó de sus mejores minutos pero que no tuvieron premio por su falta de acierto. El partido volvía a amodorrarse y los locales cada vez subían más las líneas, sin que Santi ni Rubén pudieran aprovecharse de ello por su excesivo cansancio. Se leyó bien por parte del banquillo compostelano y se les dio refresco pero para ese momento ninguno de los pasadores fue quien de servir a Sobrido o a Primo un balón en condiciones, mostrando una clara desconexión cerebro-pierna causada por el cansancio. El partido iba muriendo y el Bergan lo seguía intentando tirándose arriba, pero la seriedad de la defensa del Compostela y la falta de acierto en las pocas concesiones que dio, acabaron con un Bergantiños que tampoco demostró argumentos para merecer más que el Compostela y, que como al Compos en abril, le faltó fe.
Hace un par de semanas pedía un cambio, una alternativa de juego cuando no somos quienes de hacernos con la posesión. Antes de nada agredecer al cuerpo técnico la medida tomada pero que me parece limitada a campos de pequeñas dimensiones y de hierba artificial. No soy muy amante de la propuesta porque la veo inconsistente pero reconozco que la eficacia en partidos en los que pasa muy poco da puntos. Pienso además, que como alternativa a los partidos de fuera de casa es aceptable, pero me persiste la duda de qué veremos cuando, como contra el Boiro, nos quiten la posesión en campos donde si haya espacios. Seguiré esperando pacientemente a resolver mi duda mientras el cuerpo técnico sigue trabajando en mejorar su idea inicial de futbol que para mí tiene más recorrido que este parche que da puntos pero no supone una experiencia enriquecedora. Concluyendo, muy bien la alternativa pero a mí no me llena.
Como novedad para esta temporada voy a incluir, para cada partido al que asista, una valoración tipo Picas As. Ya sé que esto es muy subjetivo, pero invito a otros blogs del Compos a que hagan algo similar y así los followers puedan tener una idea de con que ojos vemos nosotros los encuentros. Me despido ya no sin antes recordaros que el próximo fin de semana nos visita el Cultural Areas y que será un placer veros por San Lázaro. Hasta la semana!!!
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