Los recurrentes recuerdos compostelanos (versión chorras)

Hemos visto partidos ridículos, deudas incomprensibles, nos hemos encontrado con auténticos atolladeros de los que no podíamos salir, acabando con un descenso administrativo del que se han reído muchos a los que el karma les ha devuelto la hostia. Hemos desaparecido y vuelto a resurgir en los infiernos, cabalgando por caminos que casi no recordábamos ni como eran. Nos paseamos por campos de piedras y tierra, nos dimos unas buenas hostias, pero acabamos levantándonos. Aguantamos las tonterías de gente muy poco inteligente que nos recordaba lo poco que le gustaban el clima y las mujeres de la ciudad (aunque gracias a ellos nos reímos y nos reiremos a su costa toooda la vida). Vimos pasar a cierto delantero que venía de estrellita porque tenía el mismo nombre que el de una tienda de electrodomésticos… y no hizo nada (bueno sí, marcó un penalti y nos sacó los cuartos). Tuvimos jugadores que preferían salir de marcha y jugar de resaca porque debían pensar que así se concentraban más, y a pesar de todo, les soportamos.

Sufrimos derrotas, encajamos goleadas, comprobamos como la mayoría de los equipos de fútbol se paseaban por nuestro estadio y se llevaban los tres puntitos, lo que ocasionó lo peor que le puede pasar un equipo de fútbol: un maldito descenso. Lloramos por la vuelta a la tercera división tras ver como ciertos futbolistas habían venido más a pasear que a jugar al fútbol. Habíamos regresado a los infiernos... pero nos levantamos, abrimos la mente y decidimos empezar de cero con un nuevo equipo que nada tenía que ver con el anterior. Comenzamos un nuevo proyecto y vimos el futuro con optimismo. Ganamos, empatamos, perdimos, pero por lo menos lo intentamos. Pasamos una temporada de transición en la que no llegamos ni a los playoffs, y lo aceptamos, porque somos gente paciente repleta de ilusión. Un año después hicimos una temporada espectacular, fuimos el equipo revelación y ganamos el campeonato con una edad media en el equipo de unos 21-22 años (más o menos...), algo que muy pocos equipos hicieron. Jugamos nuestro primer playoff de ascenso y nos dimos uno de los mayores batacazos en los últimos años. Vimos como el Salmantino se llevó nuestro sueño con un maldito gol que destrozó toda la ilusión compostelana (generando unos malditos fantasmas que todavía se pasean de vez en cuando). Lloramos, gritamos, nos desesperamos, nos cagamos en todo… Pero seguimos adelante.

Comenzamos una temporada post título que acabó siendo un pequeño fiasco. Derrotas inesperadas, partidos muy flojillos, jugadores que no eran lo que uno se esperaba... Pero conseguimos llegar al playoff. Nos encontramos a un viejo enemigo entrenando al Alavés B, y nos enfrentamos a él. Perdimos, por mala suerte y porque las cosas no funcionaron. Nos tumbaron a las primeras de cambio, y volvimos a cagarnos en todo, y a gritar, y a plantearnos
el futuro de este equipo… Pero, a pesar de todo, seguimos adelante.
Esta vez nos dejamos de tonterías e hicimos un equipo para ascender, porque las cosas había que hacerlas bien, y las hicimos. Volvimos a ganar, empatar y perder pero, a pesar de que el coronavirus se puso por medio, conseguimos el liderato, un regalo por todo el trabajo realizado. Jugamos contra el Barco y les ganamos de un modo contundente (a pesar de que cierto comentarista de la TVG vio un partido completamente diferente al del 99% de la gente…).

Después de todas las mierdas que hemos pasado, de todas las veces que nos hemos levantado de hostias terribles, de todos los idiotas, analfabetos y bocazas que hemos tenido que aguantar. Después de todos los abucheos, las risas y los vaciles que nos han caído...

¡POR MIS COJONES QUE NOS MERECEMOS VOLVER A 2ªB!¡PORQUE ESTE AÑO SÍ, ESTE AÑO ES NUESTRO AÑO!

¡VOLVEREMOS!¡Y DE AHÍ NO NOS VAN A SACAR NI A PALOS!

Bienvenidos al maravilloso mundo del día más importante de los últimos años.