El apresurado asentamiento de Mr. comeuñas (versión "chorras") - Blog SD Compostela EUJLEFG

miércoles, 11 de abril de 2018

El apresurado asentamiento de Mr. comeuñas (versión "chorras")


Ya ha llegado, queridos compostelanos, ya está aquí, y por la pinta, me da la sensación de que ha venido para quedarse. De hecho yo esta semana le vi buscando piso por Santiago, pero no quise decir nada para no preocuparos. Este pasado domingo he confirmado mi premonición, este pasado domingo he podido confirmar que definitivamente se ha asentado en la ciudad. Estoy hablando, como no, del maldito comeuñas.
Noooo, no os asustéis, con comeuñas no me estoy refiriendo a una especia de alienígena que está interesado en comerse a nuestro maravilloso central; estoy hablando de esos momentos de sufrimiento compulsivo en el que la intriga y, en ciertas ocasiones, el dolor de barriga se apoderan de nosotros inevitablemente, apartándonos poco a poco de la maravillosa tranquilidad en la que nos encontrábamos últimamente. Mr. Comeuñas nos está recordando que el final de la liga se acerca, los playoffs están ahí al lado, justo al cruzar la esquina. De sobra sabemos que esos últimos partidos, si finalmente los jugamos, van a ser un cúmulo de nervios que te harán sentir situaciones desesperantes o llenas de alegría, todo depende de lo que ocurra…


Pero no os preocupéis, no le tengáis miedo a esos partidos, porque que yo sepa, o yo estoy muy sordo o nadie dijo que esto iba a ser fácil; los caminos de rosas no existen, son una invención de Disney para sacar dinero. Así que iros preparando, que Mr. Comeuñas se ha establecido y es posible que se empadrone y todo. Menos mal, afortunados que sois, que estoy yo aquí para daros unos consejos lo suficientemente absurdos para que ese endiablado acompañante no os saque de vuestras casillas. Así que hoy os pregunto: ¿Qué debemos hacer para que Mr comeuñas no nos saque de las casillas?
Confianza: Esta es una de esas palabras que quedan muy bonitas en una conversación, pero que a la hora de ponerla en práctica, cuesta un huevo y parte del otro. En estos momentos es clave, importantísimo, imprescindible, tener total confianza en nuestro equipo, desde el entrenador a sus jugadores. Un solo silbido puede acabar con la moral de nuestro querido Compos, convirtamos los pitos en aplausos y las críticas en halagos, y si después de eso necesitas desahogarte con alguien, echa un vistazo al panorama político del país, que ahí tienes críticas de sobra…
Paciencia: Otra palabra muy parecida a la anterior, sólo que en este caso, por lo menos en lo que a mi respecta, es mucho más fácil de poner en práctica. Si algún jugador pierde un balón o falla un tiro cantado, no hace falta lanzarlo a los leones, por mucha hambre que tengan los pobres animalitos peludos, el partido dura 90 minutos y no sé si sabéis que somos un equipo de tercera división hecho para jugar playoffs, no para ser líderes. El hecho de que actualmente seamos los primeros en la clasificación es un regalo que nos está dando el equipo digno de disfrutar. No pienses en lo que pueda pasar, disfruta de lo que está pasando, ya luego si por tu cuenta disfrutas la fruta no me parecería mal, eso ya es cosa tuya (¿en que momento pensó un encargado de márketing que el slogan “disfruta la fruta” era un gran acierto?¿Qué le hemos hecho a ese hombre para que nos haya torturado con un anuncio tan insoportable?)


No es el fin del mundo (todavía): Es evidente que estamos hablando de un deporte, un juego, una competición. Si al final no conseguimos el ascenso tan ansiado, no van a bajar los arcángeles para acabar con la especie humana, ni las máquinas se revelarán y dominarán al ser humano esclavizándolos (Algo que pasará tarde o temprano, pero ese es otro tema) La vida sigue, los pájarillos cantan, las nubes se levantan para regalarnos unos cuantos ciclogénesis de esos que tanto abundan en esta nuestra ciudad. Acepto desilusión como animal acuático, pero el scatergoris seguirá siendo mío a pesar de todo (que publicitario estoy hoy por Dios…).
Y si después de leer esto seguís alterados, seguid estos sencillos pasos: idal chino, compraos una vajilla y un bate de béisbol, dirigios hasta un fábrica abandonada, y dedícaos a romper todas y cada una de las piezas de la vajilla china con el bate anteriormente comprado lo más fuerte que podáis. No os podéis imaginar lo que relaja eso, comprobado…
Bienvenidos al maravilloso mundo de los comeuñas composteloides.



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