Hoy comienzo recomendando a los que no leísteis mi post de la semana pasada que lo leais antes de seguir pues éste no deja de ser una continuación del anterior. Empezamos...
Al final del post de la semana pasada, ya dejaba entrever, a riesgo de parecer un poco cenizo, que la derrota en Villalba podía no ser un hecho aislado y convertirse en el inicio de una funesta racha. En sí, trataba de llamar la atención sobre los complicados partidos contra rivales fuertes que ibamos a tener, y sobre nuestra debilidad defensiva. La primera parada era el Boiro en casa, un equipo, que como ya dije, al igual que Laracha y Vilalbés vendría a San Lázaro a disputanos la posesión.
No me equivoqué y el guión se repitió. Desde el principio del encuentro las defensas adelantadas generaron mucho tráfico en el centro del campo, y la presion de ambas escuadras impidió aún más una circulación cómoda del balón. El Boiro no era quien de crear juego y el Compostela sólo lograba pinchar cuando Samu le imprimía algo de profundidad al juego. Aún así, Rubén no fue quien de definir o asistir, y tiró al limbo dos de las mejores ocasiones que tubieron los locales. Álex, por su parte, pretendía atravesar las lineas enemigas con el balón en los pies y cuando tuvo la ocasión de profundizar para dejar sólo a Sobrido frente a Reguero, se le apagó la luz y tan sólo consiguió sacar una falta sin consecuencias. Mal día para fallar ocasiones. Rober aunque estuvo muy voluntarioso tampoco tuvo su mejor día. Hasta el momento del gol del Yahvé, el Compos no mereció el gol pero había hecho más que su rival para adelantarse. A partir del gol tras una nueva fragilidad defensiva, y sobre todo tras el descanso, comenzó a intuirse que el guión se repetiría. El Boiro se hizo con la posesión y el Compostela, aunque todavía robaba, era incapaz de desbordar la última linea de los del Barbanza. Con los minutos, y tras otra mala defensa, llega el segundo del Boiro y obliga una vez más al Compostela a tirarse arriba a costa de sacrificar recuperadores. Incapaces de recuperar la posesión e impotentes en ataque, el Compos sucumbió vapuleado por un Boiro que aún pudo marcar alguno más.
¿Es que no sabemos jugar con el marcador en contra? Pues la verdad es que somos un equipo bastante mediocre si no tenemos el balón, de hecho, ya nos costaba el año pasado horrores remontar este tipo de encuentros. Cuando un equipo consigue robarnos la posesión, nos hace daño porque no somos un equipo recuperador aunque trabajemos mucho la presión, si además, este equipo juega a favor de marcador y en nuestro afán remontador sustituimos recuperadores por jugadores que den posesión, acabamos agravando el problema y cediendo aún más ocasiones. Le compro a Yago el discurso de que ni Vilalbés ni Boiro fueron tan superiores al Compostela como dicen los marcadores, pero, al margen de que el equipo aún no está cosido, ante sus iguales el Compos se ha mostrado ineficaz y sin alternativas que contrarresten un escenario que ya se daba el año pasado. Para mí no fue una cuestión de actitud, ni de plantilla, once o cambios, ni de estilo o idea de juego, ni de calidad, ni de mentalidad, para mí es una cuestión de que lo que se hace sobre el verde no es suficiente aunque la plantilla haya mejorado. Podemos seguir machacando la presión y la circulación en los entrenamientos pero a lo mejor otro tipo de cambio, como por ejemplo el que hizo el City de Guardiola, corrige las deficiencias.
Escribía un medio catalán estos días un artículo muy interesante sobre el City de Guardiola. La temporada pasada, el técnico no estaba muy presionado por la directiva, y a pesar de no hacer una buena temporada, el entrenador no fue cesado. El técnico de la posesión intentó introducir el 4-2-3-1 durante esa temporada, pero ninguna de todas las variantes que empleó le dieron el resultado que esperaba. Ya bien fuera por la plantilla o por la forma de jugar de la Premier, el balón estaba demasiado tiempo en área propia y demasiado poco en el área rival, sufriendo muchos goles en contra y logrando pocos a favor. Este año, ya con otras exigencias, la pretemporada no auguraba mejores resultados, y Guardiola, un entrenador que rara vez abandonó la defensa de 4, pasó a formar con un 3-5-2 sin renunciar a la posesión. Los resultados ahí están, pero basicamente consiguió ganar presencia en ambas áreas anotando más y encajando menos.
Confío en el trabajo diario del cuerpo técnico, en su filosofía y en la idea de juego, y no haré de entrenador diciendo lo que haría, pero tal vez el problema no sea nuevo y simplemente estuviera tapado. Creo que aún hay tiempo para replantearse las cosas y que si Danilo puede jugar bien de tercer central muchas otras cosas pueden ser posibles. La autocrítica, cuestionar nuestros argumentos y conclusiones, es lo que nos permite crecer, y no hacerlo, lo que nos limita.
"Que sea verdad lo que ves no impide que
también sea verdad lo que no
quieres ver"
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