¿Os imagináis un mundo en el que el Compostela consigue ganar algún partido? ¿Cómo debe de ser eso? Me imagino a la afición yendo ilusionada a ver a su equipo. Sonriente, contenta, animada... Que pena que todo lo que os estoy contando es mera ficción... Porque no os vais a creer lo que os voy a decir... ¡Sorpresa! ¡Hemos vuelto a perder! Y van ya... (no quiero ni contarlas) Parece que en nuestro estimado planeta Compos las cosas no van muy bien, más bien van mal.. ¡MUY MAL!
Pero tranquilidad, no nos precipitemos. A lo mejor todo esto forma parte de un plan perfectamente elaborado. Tal vez estamos dejándonos ganar para que el resto de los equipos se confíen y, cuando menos se lo esperan ¡ZAS! ganamos cinco partidos seguidos. O tal vez no... yo que diablos sabré, el que sabe de fútbol es el de arriba.
La semana pasada nos dieron una inesperada sorpresa con la llegada de nuestro querido amigo Selasi (al que, no se porqué, yo siempre llamo Silesa) un jugador interesante. El entrenador pensó que tenemos pocos jugadores defensivos y había que meter uno más ¡uno más!¡Jugamos con 9 malditos defensas y quiere un jugador defensivo más ¡ESTAMOS LOCOS O QUÉ!. Es cierto que las cosas no funcionan, el equipo no arranca y no se ve nada de mejoría. Pero, como diría Jose Mota: ¿Y si sí?
Y tras este absurdo análisis de la situación de este nuestro equipo vosotros y vosotras os preguntaréis: ¿No deberían hacer algo? ¡Pues sí! Deberían, pero no lo hacen ¿Y sabéis porqué? Pues porque se amparan en la maldita y peligrosa "confianza". La famosa palabra "confianza" en muchos casos suele ser el mejor aliado y en otros tu mayor enemigo. Para mi le están dando demasiada confianza a un equipo que no sabe a que juega ni a donde va (bueno, sí, saber sabemos a donde va... Al pozo de la 3ª RFEF) En todos los partidos nuestros jugadores se pierden y se duermen en los laureles a la mínima.
Si os soy sincero, me da exactamente igual lo que pase en el partido de hoy, porque independientemente del resultado el equipo seguirá mal. Que digo mal ¡Seguirá fatal!
¿Sabéis a quién también se le dio confianza? ¡Exacto! A nuestro amigo Iñaki Alonso, el cual duró más de lo que debía y dejó el equipo más inútil que un calcetín desparejado ¿Y recordáis lo qué pasó? Pues sí, habéis acertado. Llegaron otros entrenadores pero fue demasiado tarde, porque el equipo no daba más de sí. Cuando hicimos un equipo lo suficientemente decente para seguir adelante, ya era muy difícil salir del maldito descenso. Y después de eso nos fuimos a tercera, pasamos un maldito infierno de varios años del que sólo salimos de milagro durante la pandemia. Y yo os digo, señores y señoras del Compostela ¿vosotros creéis que esta afición tan fiel que tenéis os va a seguir en tercera? Pues habrá más de uno que sí, pero ya os digo yo que muchos no están dispuestos a repetir ese calvario (ahora que dije calvario me estoy acordando de Fredi Ávarez. Que tiempos aquellos...)
Así que, tras esta reflexión, yo me pregunto ¿Para qué sirve esa confianza?¿también queremos que sea demasiado tarde? Porque yo no quiero alarmaros pero... ¡Oh¡sorpresa! El resto de los equipos sí que ganan partidos (es lo que tiene competir). Podrán jugar mejor o peor, pero juegan a algo ¡Por lo menos intentan jugar al fútbol! nosotros paseamos por el césped como si de un día de picnic se tratase. Sólo nos faltan las pamelas, los manteles y una pulpeira poniendo raciones en el banquillo.
A ver, que a lo mejor estoy hablando aquí por hablar y la idea es acabar con el equipo. Vete tu a saber. Si al final el que sabía de fútbol era Casti. Cierto que cometió el error de Manel, pero por lo menos rectificó a tiempo, a pesar de que también era su "colega" ¿Y nosotros que? ¿es qué aquí no actúa ni Dios? Claaaro, como el próximo 29 viene el Alavés, ya está todo resuelto. Nos hace mucha ilusión que venga un equipo de primera división a meternos cinco goles y mostrarnos todavía más lo mal que está este equipo.
Hala, y con esto ya me he desahogado lo suficiente ¡A seguir sufriendo en los encuentros compostelanos!
Bienvenidos al maravilloso mundo del descalabro compostelano.
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