¡Venga Antonio! (versión seria)

Comentábamos la semana pasada con @manucesar98, el dónde le había quedado a su Ilustrísima el afán de abrir el club a los aficionados, no solamente para tener un club más en sintonía con las expectativas de la afición, sino también como una vía de autofinanciación en una época con dificultades para ingresar.

Curiosamente, también éramos conscientes de los planes de Iceta, pero no nos podíamos ni imaginar que precisamente ese mismo viernes, el consejo de ministros aprobaba el anteproyecto de la nueva ley del deporte que sustituirá a la de 1990. En ese anteproyecto sin ninguna duda hay dos puntos más que relevantes para los clubes, el primero, que desaparece la obligatoriedad del aval bancario del 15% del presupuesto de gasto, motivado dicen, por mostrarse ineficaz en su misión de evitar el endeudamiento, y el segundo, que se elimina también la obligación de ser SAD para participar en competiciones profesionales, abriendo nuevamente el abanico de formas jurídicas que pueden adoptar los clubes deportivos. ¿Cómo afecta esto a los planes de Don Antonio?

El Compostela de Quinteiro comenzó como una asociación deportiva, cuyos asociados se circunscribían a la junta directiva y puede que a algún que otro amigo más de estos. Podemos asegurar que esto sigue siendo así a día de hoy por el CIF, aunque no podamos determinar con que nombre exactamente, puesto que en los listados de Concello y Xunta no aparece como tal. Obviamente, esta forma jurídica le permite subir y bajar la barrera de entrada a antojo, manteniendo el control y con ello la presidencia del club. Cuando su Ilustrísima ascendió a los cielos para después "arruinarse" y acabar en el infierno, largó por su boquita un eslogan que no era más que un requisito legal, "llegará el momento en el que el club vuelva a los socios". Pues claro, la ley obligaba a convertirse en SAD a los clubes que quisieran competir en ligas profesionales, por lo que sí, o sí,o también, si el Compos llegaba a la SmartBank tendría que hacer la conversión como la hizo el Extremadura, un equipo que levantaron del infierno los socios-aficionados, y cuya conversión se está convirtiendo de nuevo en su tumba. Nos parecía evidente pues que ese momento llegaría al Compostela algún día si, como se pretendía, el objetivo era ascender al fútbol profesional, pero este giro en los acontecimientos, genera una nueva vía hasta ahora vetada, mantener la asociación y abrirla a los aficionados. ¡Ay Antonio! Claro, con un presidente que, como es lógico, por otra parte, quiere recuperar al menos una parte del capital invertido, parece poco probable que esta nueva alternativa tenga recorrido, sobre todo si no se está dispuesto a poner el cargo a juicio de los socios. Seguiremos atentos a los movimientos.

Y de aquí nos vamos al partido del Compos frente al Ceares en La Cruz. Un partido, por otro lado, sin historia. Los de Santiago llegaron a un campo que estaba muy blando con escasa pólvora en el banquillo para la batalla. Sobre un terreno de juego dónde rasear el cuero era inviable, los picheleiros optaron por un planteamiento más directo. Sin especialistas para ello e intentando buscar la segunda jugada, pasaron los minutos con escaso peligro y sin más alternativas a la impracticable circulación. Sin problemas atrás tampoco, se esperaba alguna jugada aislada que desnivelara la contienda, pero eso no pasó. Aunque la segunda parte comenzó con más ritmo y Samu entró con aire fresco, la verdad es que poca o ninguna incidencia tuvo sobre el juego en general. En un cambio a ver que salía, Rodri en el 86 daba entrada a Saro y Jordan y pasaba a un 3-5-2, sin embargo, se quedó sin tiempo efectivo para poder testearlo lo suficiente. Aunque veáis puntuaciones bajas, no os alarméis, el verde condicionó el juego limitándolo al balón largo afeando el espectáculo.

Hasta aquí el 2021. Un año extraño desde la segunda vuelta, pasando por el playoff a primera RFEF y el cambio de entrenador, hasta esta primera vuelta casi completa en segunda RFEF. Se me queda todo como un "sí, pero...". Nada me convence completamente aunque acepto que no ha sido malo. Sí defiendo que ha sido peor que 2020 y que aspiro a que 2022 también lo supere.

Diciembre madura y el año muere para avisar que llega enero con su habitual mercado de invierno. En mi opinión, no creo que la carta de Casti a los reyes magos este año sea muy larga. Tras cumplir con sus objetivos veraniegos, el director deportivo debería estar orgulloso de lo conseguido, aunque le daría dos consejos basándonos en lo visto en esta primera vuelta. El primero es sobre Joel. Por los minutos disputados debido a lo poblado de efectivos que está esa zona del campo, y por la necesidad de minutos del chaval por edad y salir de lesión de larga duración, le recomendaría su cesión para que continúe creciendo. El otro consejo tiene que ver con el extremo derecho. Ya bien sea por las lesiones, el cansancio, o simplemente por darle más desborde y explosividad al ala derecha, le recomendaría traer un chaval para reforzar la posición. Siempre y cuando no se considere que Santi de Prado da eso mismo, en cuyo caso, indudablemente le daría la alternativa definitiva a la perla. ¡Hasta la semana!!!