Había puesto muchas esperanzas la afición del Compostela en que el partido contra el Arenteiro supusiera la vuelta a la senda de las victorias, pero tal vez O Espiñedo no fuera el mejor campo para hacerlo. Y tal vez fueran esas esperanzas las que finalmente crearan una nube de pesimismo alimentada por los tres empates consecutivos cosechados ante Leganés B, Bergantiños y Arenteiro. Vamos, algo parecido a lo que le puede estar sucediendo ahora mismo a la afición del Deportivo, que comenzó creyendo que sobrevolaría la categoría, y ya está a cuatro puntos del líder Unionistas. Es lo que tienen las ligas, ni Madrid ni Barcelona pueden garantizarse el título de inicio, hay que compertir, y hasta un recién ascendido como el Español puede hacerte mucho daño si no estás bien. Y es que la felicidad va por barrios. Seguramente esta sea la semana más plácida del Pontevedra en lo que va de liga, y eso os aseguro que no significa que vayan a salir del pozo, sólo que hay potencial para hacerlo, pero al menos esta semana los granotas ven las cosas desde otro prisma.
El empate de la SD en Carballiño puede tener varias lecturas. Desde que los de Santiago se mantienen invictos en el campeonato marcando en todos los encuentros y en puestos de playoff, hasta que O Espiñedo es un patatal en el que pocos ganarán, pero dónde los picheleiros tuvieron sus oportunidades de hacerlo. Aunque también se puede leer como que los de Santiago no jugaron a nada, no tuvieron continuidad y cometieron un error defensivo que les costó el empate, o que se vuelve a casa con tres tocados que engrosan la enfermería. Con Saro y Jimmy saliendo de sus respectivas lesiones, y con Baleato y Beltrán en pleno proceso de recuperación, ahora causarían baja Rafa Mella, Jordan y quién sabe si Pablo Durán. Está bien tener banquillo para cubrir todas estas bajas, pero de poco te sirve si el cuándo no te acompaña. Las lesiones en los 20 primeros minutos pueden condicionar mucho el encuentro, sobre todo cuando afectan a jugadores que en principio no corren riesgo.
Conociendo las características del rival y con las bajas de Baleato y Beltrán, a Rodri le quedaban pocas alternativas para plantear el encuentro de O Espiñedo, intentar doblegar al rival con la posesión y el mismo once de la semana pasada, y poco más. Una pena que al campo del Arenteiro ese planteamiento no le gustara. Con un Josiño que no pudo hacer su futbol por el estado del terreno de juego y los rivales, faltaba creación en tres cuartos de campo, y únicamente el contragolpe se mostraba efectivo para que los picheleiros crearan peligro. Entre la buena presión de los locales y el estado del verde, los de Santiago tuvieron que abusar del envío en largo, dificultando su futbol y perdiendo mucha llegada. Si bien la lesión de Rafa podía generar dudas, Parapar le sustituyó con solvencia a pesar de ser jugadores con características diferentes. De hecho el ex del Neuchâtel dejó su tarjeta de visita en O Espiñedo desbordando con calidad y centrando con peligro. La segunda parte pudo ser mejor, pero no lo fue. Al error defensivo a la vuelta de vestuarios, hubo que sumarle las continuas interrupciones, y el condicionamiento de los cambios que llegaron a obligar al equipo compostelano a terminar con un 4-4-1-1 al quedarse sin mediocentros.
Seguía Rodri haciendo hincapié en rueda de prensa, que el equipo todavía no sabía controlar el partido. Por aquí voy yo también. Saber cuando hay que correr, cuándo jugar en estático, cuándo dejarse dominar y cuándo defender con balón, es la asignatura pendiente de este equipo que por lo visto semana a semana, aún tardará en cuajar. Primero saber qué para después aprender a ejecutarlo. Hasta entonces, encomendarse al acierto de los chicos para cerrar los partidos, seguir trabajando, y dejar que se sigan cocinando los entrenamientos.
Cómo veis muy poco, porque poco fue lo que se vio en un terreno de juego insultante para la práctica de este bello deporte. Hasta que llegó El Rubio todos teníamos claro que nadie haría nada, ahora habrá que esperar un par de años a que los requisitos de campo para primera RFEF supongan un avance necesario, y que los equipos asciendan por méritos deportivos y no por deméritos del terreno de juego.
Me despido. Para la jornada 7 nuevos enfrentamientos para seguir viendo la evolución de los equipos que participan en el grupo I de la segunda RFEF. Yo destacaría, al margen del Compostela - Marino del domingo, el Langreo - Adarve, el Salamanca - Segoviana y el Palencia - Avilés, con equipos con 3 o 4 victorias en su casillero. Nueva prueba para estudiar la robustez de los de arriba pero también para evaluar la progresión de tapados y favoritos descolgados. ¡Hasta la semana!!!!
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