Bueno, bueno, bueno…¡Qué hemos vuelto a ganar! Si es que ya
ni me acordaba como era eso, marcar más goles que el equipo contrario, si es que no me lo puedo de creer… Pero
tampoco lo vayamos a flipar mucho, que ganamos a un equipo que desde el minuto
27 estaba con un jugador menos. Parece que ciertos jugadores decidieron darle
un poco más de frescura al equipo y por fin nos llevamos los tres puntitos a
territorio compostelano.
Pero eso no fue lo mejor de la jornada, que va, para nada.
Lo mejor fue que por fin los atuneros carballinenses y los arosanos decidieron
no ganar sus correspondientes partidos, así que, en un alarde de locura,
aprovechamos para coger el ascensor y plantarnos en una tercera posición, cada
vez más cercanos del trono… lo tenemos ahí, al ladito; si es que casi lo podemos
tocar. Parece que nos volvemos a poner las pilas y decidimos ir en serio en
esta esperanzadora temporada.
Pero no comencemos a lanzar confeti, que sólo ganamos un
partido, y todavía quedan muchos momentos buenos y malos, unos momentos que
casi con toda seguridad nos llevarán a segunda B, porque no se que me da que
éste es nuestro año. La semana que viene nos visita uno de los equipos que peor
se nos dan en tercera división, el Barco de Valdeorras (por cierto..¿quién
sería el cachondo que decidió llamar a un pueblo sin mar Barco? Ya es mala
leche…). El año pasado los barquitos no tan chiquititos fueron nuestra kryptonita,
el maldito equipo que se nos atraganta siempre que nos cruzamos con ellos. Pero
este año tiene que ser diferente, van siendo horas de cambiar las tornas y
demostrar que este equipo puede ganar a los pesos pesados, tenemos que dar un
golpe sobre la mesa. Así que pongámonos duros ¡vayamos todos a la mesa más cercana
y demos un golpe fuerte!¡a lo loco!.
¿Ya está?¿ya dísteís el golpe? ¡pues genial! Aunque he de
deciros que este acto tan heróico que acabáis de hacer no ha servido para
nada (¿o es que no habíais pillado que era una metáfora?). Pero no os
preocupéis, que aquí estoy yo para solucionarlo, me he puesto a trabajar mi
cabeza cabezona y he llegado a la conclusión de cuales son las claves para
poder hundir al barquito no tan chiquitito:
1. Haciendo agujeritos en el barquito: Todos sabemos que si
hacemos unos cuantos agujeritos en ese barquito no tan chiquitito, poco a poco
el agua comenzará a apoderarse el barco y acabarán todos con el agua al cuello.
Así que comencemos a hacer agujeritos a su defensa, pero sin prisa, que 90
minutos dan para mucho.
2. El oleaje: La olas nunca fueron grandes amigas de los
barcos, de hecho navegar en barco con un fuerte oleaje puede acabar siendo
desastrosa. Por eso creo que el oleaje compostelano debería ir el próximo
domingo al campo para provocar un oleaje de ánimos y dificultar la navegación. Ya
sé que todavía estamos todos algo quemados por la subida de precios en el
partido contra el Ourense, pero ahora que todo vuelve a la normalidad, pensemos
en nuestro futuro, no en el pasado .
4. ¡Al abordaje!: Lo que
más mola de los barcos es que puede saltar de uno a otro con una espada
gritando ¡al abordaje!, y este domingo tenemos un momento idóneo par tan ardua
tarea. Tenemos que abordar el barquito armados hasta los dientes, mordiendo si
es necesario, dándolo todo. ¡Tenemos que ir a ganar, cojones! Ya van siendo
horas de recuperar el trono, no vaya a
ser que los atuneros se pongan cómodos y después no haya manera de levantarlos.
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