El incombustible sol se muestra en el cielo como ocurre cada mañana, sus rayos iluminan una ciudad que comienza a vaciarse en un mes de agosto atípico. Hoy es un día especial para nuestros protagonistas, ya que por fin, después de cuatro años, ha llegado el momento de hacer la mudanza, de mover todo lo que estaba en el tercer piso para la ansiada segunda planta. El ilustrísimo lleva ya un buen rato en la sala de la tercera planta etiquetando todo para poder moverlo al piso de arriba. Es importante organizar todo para no dejar nada atrás, no vaya a ser que por un despiste se acabe perdiendo algo.
Al poco rato, el míster entra por la puerta y se encuentra al ilustrísimo organizando todo.
- Ilustrísimo ¿cómo no me has avisao? Habíamos quedado a las nueve.
- Lo sé, lo sé, pero es que estoy tan emocionado que no podía esperar... mira, mira, ya he etiquetado unas cuantas cosillas.
El míster comienza a revisar todo el mobiliaro prestando especial atención a lo que pone en las etiquetas. En medio de la sala ve un pilar con una etiqueta que pone "Imprescindible pilar Casas".
- Vaya, ilustrísimo, veo que al final se ha decantado por llevar el pilar de la casa
- ¡Desde luego que sí!¿Quién sino va a aguantar todo el peso de toda la segunda planta?
El míster asiente y continúa revisando el mobiliario. Al fondo de la habitación se encuentra varios objetos grandes que mantuvieron la tercera planta durante todo el año, en las etiquetas se pueden leer nombres como "Abelenda", "Palmás","Samu" y "Baleato".
- ¿Éstos también van para arriba ilustrísimo?
- Sin ninguna duda, hay que empaquetarlos y subirlos con el pilar, que nos van a venir muy bien para la nueva casa.
- Por lo que veo, su idea es llevarse todo lo que tenía para la tercera planta ¿usted cree que va a quedar bien arriba?
- Va a quedar perfecto - le contestó el ilustrísimo - Ya verá usted lo bien que lo vamos a dejar, nuestros vecinos van a morirse de envidia...
El míster le observa pensativo y le pregunta:
-¿Incluso los vecinos que vienen de la planta de arriba?
- ¿Los de arriba? - le replica el iustrísimo - Pero si esos creo que ni empezaron la mudanza, que andan ahí resolviendo temas burocráticos con los caseros, verás cuando se encuentren casi sin tiempo, porque me imagino que tirarán con todo lo que tienen en casa y comprarán cosas nuevas...
- Bueno... algo podrán aprovechar... - respondió el míster
El ilustrísimo muestra una pequeña sonrisa y le responde - Lo dudo mucho
El ilustrísimo, tras colocar la última etiqueta deja la etiquetadora sobre la mesa y se acerca al míster:
- Por cierto, ahora que estamos tu y yo aqui... ¿Al final tu te vienes para arriba o no?
- Pues sí, ahí estaré, dándolo todo - contestó el míster - Tu sigue etiquetando así y ya te voy diciendo lo que es bueno o no para la planta de arriba.
- Vale, vale, pero no te olvides que tenemos que quedar un dia con Casti para ir juntos a comprar algún que otro mueble nuevo que le dé vidilla a la nueva planta...
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