La inesperada repercusión de Popeye y sus espinacas (versión "chorras") - Blog SD Compostela EUJLEFG

miércoles, 9 de octubre de 2019

La inesperada repercusión de Popeye y sus espinacas (versión "chorras")

Vaya partidazo que nos marcamos este Domingo, la situación cambió de un momento a otro. Nuestra bonita y blanca nube se tambaleó durante un momento y ya nos veíamos en el suelo dándonos una leche que lo flipas para acabar despertándonos de este momento único. Pero esperad un momento, que no me había parado a pensar que a lo mejor algunos de vosotros o vosotras no sabéis que ha pasado el Domingo, y estoy yo aquí ilusionándome por ilusionar. Si éste es tu caso, no te preocupes, porque yo te lo voy a explicar, para ponerte al día. Si por el contrario, ya sabes lo que pasó seguro que te gustará recordarlo. Comencemos:
Imagináos que estáis en el estadio que está en frente al campo de entrenamiento Salapasidis viendo el partido del Compos, os sentáis nerviosillos, deseosos de que comience ese partido que hay que ganar sí o sí. Una piedra más en ese camino al trono del ascenso. El partido empieza y comienzan a llegar las oportunidades locales. Los ¡Uyyyy! se presentan en el ambiente, y cada vez son más habituales. En ese momento piensas: "bueno, ya empezamos a espabilar, ahora un par de golitos y para casa".
¡Pero no! El guión se volvió caprichoso y todo cambió por culpa de una maldita falta. Soto, de los Sotos de toda la vida, comete un error y acaba expulsado. ¡Expulsado!¡en el minuto 32 de la primera parte! Nuestro querido Compos iba a tener que aguantar lo que quedaba de partido con un jugador menos. El silencio del estadio lo decía todo, la alegría se transformó en desesperación. De hecho, estoy seguro que muchos de vosotros escuchasteis esa maldita vocecilla que os decía: "Hemos vuelto a las andadas, vamos a perder el partido, prepárate para lo que va a llegar...".


Y justo cuando creías que las cosas no podían ir a peor... ¡ZASCA! penalti que te cagas por las bragas recién lavadas a favor de los minilucenses que daba el primer gol a los visitantes. El asiento ya no era tan cómodo como antes, la cerveza Sin que te pediste en el descanso ya no sabía tan bien como antes. ¿Qué iba a ser ahora de nosotros?¿En serio íbamos a perder ya nuestro primer partido como locales?
Según pasaban los minutos las tensión dominaba el ambiente y el molesto ruido que salía de los altavoces no ayudaba mucho (en serio, ¿no se puede hacer algo con la megafonía? si es necesario me pongo en contacto con Bugallo, que el Ayuntamiento debe de tener mucho superávit gracias al dinero que le sobró del teleférico que NO hizo). El Compos iba perdiendo, y las cosas no iban nada bien. 
Y justo en el peor momento del partido ocurrió algo a lo que no estábamos acostumbrados, los jugadores decidieron no bajar los brazos y pelear por el partido. A día de hoy no se sabe que fue lo que mantuvo al equipo a ese nivel, mi teoría es que en el descanso el míster debió de dar una ración de espinacas a cada jugador y provocar así el efecto Popeye. Nuestros guerreros salieron al campo marcando músculo y cambiaron las tornas. Con un jugador menos consiguieron adelantarse en el marcador. Dos goles que nadie se esperaba, dos goles que demostraron que este año cada vez pinta mejor.
Un partidazo, de esos de "cagar entre o millo" (nunca entendí esta expresión ¿que tiene de lujoso cagar entre o millo?¿En serio no hay lugares más cómodos?). Al acabar el encuentro, "casi" todos nos fuimos orgullosos de nuestro equipo, y digo "casi" todos porque parece que hay una pequeña parte de la afición a la que le gusta criticar la equipo pase lo que pase. Ya podemos ganar 5-0 que el "Yago vete ya" se escuchará de vez en cuando. A ver, yo entiendo que nunca llueve a gusto de todos, porque somos muchos y hay pocas nubes, pero disfrutar del partido no viene nada mal, hasta creo que es bueno para el corazón. A lo mejor si lo probáis algún que otro Domingo os lleváis una sorpresa...

Bienvendos al maravilloso mundo del efecto compostelano



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