Como os imagináis hoy no puedo hacer otra cosa que centrarme en el encuentro del pasado domingo en San Lázaro donde el Compostela cayó merecidamente ante el Ourense CF por tres goles a uno. A pesar de que el equipo necesitaba el descanso navideño, parece que no le ha sentado nada bien y se encontró con un duro correctivo que lo deja fuera de los puestos de playoff y con una rancia sensación que esperemos no le pase factura. Es posiblemente el momento más delicado de la temporada para el equipo santiagués que deberá demostrar fuerza mental y volver a poner de manifiesto todas esas cualidades futbolísticas que le han permitido llegar a donde está ahora mismo.
Como era de esperar, tras el pitido inicial el Ourense adelantó su linea defensiva casi hasta el medio del campo y empezó a presionar al equipo local impidiendo la circulación por dentro y casi obligándolo a jugar constantemente en largo o hacia atrás. Esto que parece tan simple, no lo es, siendo el primer equipo que lo ejecuta a la perfección en el Vero Boquete. El Compostela, muy incómodo todo el encuentro, en ningún momento fue capaz de superar dicho planteamiento y sucumbió claramente en lo que sin ninguna duda fue el peor partido en casa de los locales en lo que va de temporada. Aunque el equipo compostelano empezó marcando, el 1-0 sólo fue un espejismo en el frío hastío en un balón parado aislado dónde los visitantes permiten hasta tres toques consecutivos de cabeza por parte del equipo local. Eso sí, me alegro mucho por Aythami que jornada a jornada sigue sumando muescas en su revólver, algo tan necesario para él cómo para los que piensan que es un delantero del montón. No dio para mucho más una primera parte muy controlada por el planteamiento visitante y dónde el único hueco algo ancho en todo el entramado ourensano era el perfil izquierdo, por donde Brais, Naveira e incluso Aythami o Remeseiro cuando caían a ese flanco, hacían uso de su calidad incuestionable para al menos crear cierta inseguridad en el cuadro visitante.
Con uno a cero en el electrónico, se llegaba al descanso, y aunque esperaba algún cambio, aunque sólo fuera posicional, el Compostela salió con lo mismo pero más destensionados. En los cinco primeros minutos del segundo acto, dos centros laterales que se quedan muertos en el área, son aprovechados por los delanteros ourensanos para darle la vuelta al marcador. Como si de un partido de baloncesto se tratara, el Compostela había logrado adelantarse en el marcador gracias al rebote ofensivo y acababa sucumbiendo ante el Ourense por ser incapaz de cerrar el rebote en su zona. Con el 1-2 la remontada alcanzaba la categoría de gesta, algo para lo que el equipo el pasado domingo no tenía herramientas. El 1-3 a la contra fue una mera anécdota propia del empuje sin control de un equipo local con el corazón volcado en la portería rival y la cabeza todavía en el vestuario esperando para saltar al campo.
Cómo decía, derrota merecidísima de un Compostela inoperante, anulado por la magistral ejecución de un planteamiento con el que desde hace tiempo veo sufrir mucho a los de Yago Iglesias en casa, y ante el que sigo sin ver contramedida a día de hoy.
Desde mi punto de vista no faltó tanta actitud, suerte o acierto arbitral, faltaron alternativas sobre el verde, acierto en los cambios, concentración y salida de balón, lacras demasiado pesadas como para pretender levantarlas con un juego tan monótono y sin chispa. Por cierto, ni un central/lateral ni un delantero centro con un perfil diferente al de Aythami hubieran cambiado el resultado final. La de Somozas y la del pasado domingo son dos bofetadas de realidad tanto para la afición como para el equipo. Este año quién quiera entrar en playoff deberá tener mucha suerte, un presupuesto de segunda B o sudar tinta china y apañar puntos debajo de las piedras.
Queda toda la segunda vuelta y la posición de partida, a un punto del playoff, no es mala, pero cada domingo hay que saltar al campo como si cada partido fuera una final, sin hacer prisioneros y con el cuchillo entre los dientes, porque esta temoprada ni el colista va a regalar los puntos.
Antes de despedirme os dejo el resultado de la encuesta del MVP del Compostela del mes de diciembre que dejé la semana pasada sin publicar para centrarme en la plantilla. Aunque a más de uno le pueda sorprender, la comunidad ha decidido que se proclame como ganador de este pequeño trofeo a Aythami. El canario va cogiendo ritmo y, aunque no llegue a los números de Primo, de seguir así puede llegar a convertirse en uno de los puntales de esta temporada del equipo santiagués. En segunda posición ha quedado Brais, cuya regularidad no sólo le permite estar siempre en la pelea por el MVP si no que además a logrado trofeo Mahou 5 estrellas al mejor jugador de la primera vuelta, enhorabuena y a seguir así.
Y ahora si que termino. Os recuerdo que el próximo domingo visitamos al filial del Lugo, el Polvorín, a las 12:15h. Será el primero de dos partidos a domicilio que disputaremos antes de volver al Vero Boquete el fin de semana del 2 de febrero. Tocará revertir la situación en un delicado momento que exige fortaleza mental, cabeza fría y un buen análisis causal que sustente unas medidas correctivas eficaces para corregir el rumbo. Hasta la semana!!!
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