Bueno, bueno, bueno… Espero que hayamos descansado bien esta
semanita libre de fútbol de Tercera división. Hay que prepararse para lo que
viene, hay que prepararse por nuestro futuro inmediato: La última fase de la
liga. Un recorrido importantísimo que va a marcar el futuro de nuestro querido
Compos en los ansiados playoff, un recorrido donde nos vamos a encontrar todo
tipo de situaciones; victorias, derrotas y empates, un recorrido en el que
seguramente destace la emoción “muerdeuñas” que últimamente ha decidido
afincarse en el estadio Salapasidis.
Pues me puse a pensar, así de repente y me pregunté:¿A qué
me recuerda esto de la última fase llena de emoción en la que la victoria es
sinónimo de un trabajo bien hecho? Pues me recuerda curiosamente a mi infancia.
¿A tu infancia? Os preguntaréis; pues sí, a la ya pasada infancia en la que
estaba deseando salir de clase para poder pasarme por esas salas de máquinas
como Ermasa o Los Molinos en donde jugando a las máquinas te sentías como uno
de esos famosos héroes que leías en tus comics favoritos. Ahí te sentías
importante, ahí te sentías único, y si tenías suerte, también te sentabas en
una banqueta y hasta te podías dar el lujo de jugar sentado. Porque lo de la
silla sí que era todo un lujo, de hecho la gente cuando entraba en la sala de
máquinas te veía sentado en una silla y te miraba como diciendo:”ese tío juega
en una silla, ese tío mola”. Pero bueno, todo esto de la sala de máquinas era
mi punto de vista; si lo vemos desde el punto de vista de mi madre sería algo
así como: ”ir a jugar a las maquinitas y videojuegos en vez de estudiar”.
Y ahora es cuando viene la relación entre mi infancia y esta
liga que viene: Pues resulta que la última etapa de la liga me recuerda a esa
última fase de una de tus máquinas favoritas que siempre te ha costado pasar.
De hecho a menudo sientes la presión de esos desconocidos que se dedicaban a
mirar como jugabas (eso siempre fue un poco raro…), pero lo que más presión te
provocaba era esa chica que te gustaba, a la cual en un alarde de chulería le
decías: “yo esta máquina me la acabo con 5 duros”. Por eso creo importante que
para esta última fase ayude con unos consejos imprescindibles para acabar la
máquina y cumplir la promesa con la anteriormente nombrada chica (a pesar de
que cuando esas chicas venían a hablarme siempre me decían:”¿me presentas a tu
amigo el guapo?”).
Que no te afecten los mirones.
Una de las cosas que más presión me provocaban a la hora de
jugar a una máquina eran los famosos mirones que se ponían tras de ti para ver
como te defendías. En ese instante te dabas cuenta de que tenías público, así que eso
te obligaba a hacerlo lo mejor posible. Pero podía ser todavía peor, porque a lo
mejor uno de los mirones eran auténtico experto, gente conocida por haberse
acabado todas las máquinas de la sala de juegos; ahí si que tienes que
demostrar su valía. Por eso creo que para esta última fase, nuestro querido
Compos no debería dejarse afectar por lo que digan los periodistas o algunos aficionados, eso es lo de menos. Lo más importante es que los jugadores estén
mentalizados y no pierdan la concentración en ningún momento. Por ahí dicen que
si juntamos trabajo y concentración las cosas suelen conseguirse, no estaría nada mal probarlo.
Si pierdes la partida, la máquina sigue ahí
No he de negar que el hecho de que estés en la última fase de
una máquina es una subida de adrenalina increíble, en pocos momentos de tu vida
vas a sentir una sensación así, sobre todo porque si perdías se acabaría la
oportunidad y tendrías que volver a empezar. Pero oye, que no pasa nada, la
máquina iba a seguir ahí y si tu madre te daba otros 5 duros podrías volver a
intentarlo. De hecho nunca vas a conseguir acabar la máquina sin haber jugado
unas cuantas partidas. Pues al igual que con la máquina, la oportunidad de ascender a Segunda División
B también está ahí, por eso si por desgracia no conseguimos el ansiado ascenso
siempre puede haber una segunda oportunidad, no tenemos que irnos abajo ni
ponernos furiosos.
Pues espero que estos dos consejitos ayuden a nuestro
querido Compos para conseguir una buena última fase, ya sólo nos falta el mando…
Bienvenidos al maravilloso mundo de las maniquitas
compostelanas.
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