El pasado domingo nos enfrentamos al Boiro en un encuentro
en el que la actitud de la plantilla y el dinamismo del juego en la segunda
parte nos gustó mucho. Pero nosotros no nos quedamos aquí. Con permiso de
Bellido, flagrante bota de oro, y del Mister, sólo es scouting de pretemporada,
hoy analizamos el partido disputado en Camporrapado.
El míster, como había adelantado, sacó dos onces diferentes
para cada tiempo, con teóricos titulares, suplentes y juveniles mezclados.
Además, ya bien fuera porque lo tenía pensado o por las circunstancias del
encuentro (perdiendo 0-1 al descanso), nos sorprendió con dos planteamientos
diferentes, uno más táctico y contemporizado y otro más brioso de transiciones
rápidas. Si a esto añadimos que ni Diego Rey ni Santi Taboada fueron de la
partida poco de lo visto en Camporrapado llegará a finales de agosto.
Yago dispuso de inicio un 4-1-4-1 que mantuvo todo el
partido. Los encargados de manejar el tempo fueron Samu, Mon y Alberto en el
primer tiempo y Ube, Make y Miguel en el segundo. El juego propuesto fue combinativo
y en todo momento se le disputó la posesión al rival.
La estructura defensiva se mantuvo todo el encuentro
comenzando la presión en el medio del campo y disponiendo la última línea de
presión en medio campo propio. Líneas muy juntitas que si bien en el primer
tiempo lograron contener al rival en el segundo fueron superadas con balones a
la espalda de la defensa.
A nivel ofensivo uno de los centrocampistas de banda actuó
como extremo tratando con unos contra uno alcanzar la frontal o el lateral del área.
Esta labor recayó en la primera mitad en Martín y en la segunda en Mitogo. Fue
una pena que ninguno de los centros encontraran rematador ni los tiros desde la
frontal vieran puerta.
Centrándonos en la primera mitad, nos gustó mucho la
variante que se utilizó para sacar el balón. En esta variante, el iniciador de
juego Samu, caía a la banda para recibir de los centrales. Si el delantero
bloqueaba el pasa a Samu los centrales se apoyaban en Mon y Alberto.
Nos gustó mucho también el trabajo de Santi de espaldas que
cedía a los mediocentros para su posterior apertura a banda.
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