El pitido final del árbitro en el pasado encuentro del domingo en San Lázaro, suponía el fin de su travesía por el desierto para una SD Compostela que lograba vencer casi dos meses y medio más tarde. La presión de los puntos fue una de las grandes liberaciones para un conjunto cuya suerte se había mostrado aviesa en las últimas jornadas. Fiel reflejo de dicha liberación fue la explosión de júbilo y rabia de los jugadores al finalizar el encuentro. Por si fuera poco, hubo que esperar al descuento del partido para comprobar si esa suerte había vuelto o no, cuando Samu se subió todo el equipo a los hombros para lanzar un penalti forzado por Primo. Más allá del debate arbitral, un tanto estéril en esta ocasión, y más teniendo en cuenta la situación del equipo, la parte de fortuna en la ejecución de la pena máxima era una gran medida de la vuelta o no de la diosa fortuna.
Esperamos que el mal trago pasado por el grupo durante tantas jornadas, sí sirva de escarmiento de cara a las próximas fechas, y se recupere la normalidad y la confianza que necesita el grupo para alcanzar el objetivo del playoff. Un playoff, por cierto, un poquito más cerca, que no obstante no será posible lograr si los resultados no acompañan y no se sigue sumando de tres.
Pero vamos con el derbi. El domingo a las 12 el Compos saltaba al verde del Vero Boquete mermado por la baja conocida de Antas y las sorpresas de última hora de Jordan y Escudero. Malas noticias a las que tuvo que enfrentarse Rodri para configurar un once y una convocatoria que completaría un Remuiñán que finalmente debutaría en las postrimerías del encuentro. Con el esquema habitual del míster de Valdeorras, a los picheleiros le vino bien la propuesta de un Luisito que buscaba un partido largo, y cuya propuesta principal consistía en defender fuerte para salir rápido a la contra. En este escenario el Compos se sintió esta vez como pez en el agua, generando peligro frecuentemente y alguna ocasión que mereció más reflejo en el marcador. Para nosotros fueron de los mejores minutos de la temporada, con un equipo muy concentrado y con las ideas muy claras de como hacer daño al rival. Es más, ni siquiera el cambio en el marcador varió un ápice, un trabajo en el que Josiño por fin logró alinear su futbol con el Rodri y el equipo, y tuvo siempre recompensa a su esfuerzo. Lo de Durán, palabras mayores. Como dijo Rodri en rueda de prensa a disfrutarlo mientras esté aquí. Obviamente, aún le queda mucho para llegar a categoría profesional, pero a nadie se le escapa que es carne de filial de primera la próxima temporada. En defensa el Compos estuvo muy correcto. Aun cometiendo errores en la creación y soportando varias contras, los picheleiros lograron mantener a cero su portería con un gran Pato y un gran Guille Torres.
Y nos vamos a despedir ya, recomendándoos el Langreo - Compostela del próximo sábado a las 18:30h. Un encuentro que más allá del esperado empate que dice la estadística, puede suponer un verdadero punto de inflexión en la dinámica compostelana que catapulte al equipo hacia arriba. Por cierto, no dejéis de estar atentos, ya que no se podrá ver, al Salamanca - Palencia del domingo a las 17h por su trascendencia en la carrera de la SD hacia los playoffs. La victoria charra supondría un auténtico empujón para los salmantinos que no regalarían los tres puntos en la última jornada. Además, el Palencia podría ceder su puesto de privilegio actual. Por el contrario, una victoria visitante podría casi descender a los charros, pero aseguraría fuertemente la plaza Palentina para el playoff. ¡Hasta la semana!!!!
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