Recuerdo que en mi compostelana infancia, tuve todo tipo de
profesores de educación física. De hecho, de pequeño siempre fui algo vago y no
hacía mucho deporte porque no me apetecía, molaba más jugar a un juego del Amstrad o ver a mis coleguis. Los profes de educación física, generalmente,
suelen tener cosas en común. Todos menos
uno que me dio a mi clase y al que no voy a nombrar debido a que todavía está
en activo; este profesor fue tal vez de los peores que tuve en toda mi vida. No
sólo era un mal profesor, sino que aún por encima era clasista, sino estabas
apuntado en una actividad deportiva extra escolar, no molabas, no eras cool, no
sacabas notazas. Pero aparte de este profesor sin escrúpulos, el resto en
general me enseñaron ciertas cosas que aún hoy en día puedo poner en práctica,
me enseñaron ciertas normas que rigen las leyes deportivas.. vamos, que
hicieron lo que tenían que hacer. Un de
las características que suelen tener
estos profesores (todos menos el clasista…) es que imponen unas normas
principales y una organización muy similar. Siempre he recordado a los profes
de educación física como esos maestros que me enseñaban unos ejercicios básicos
pero a la vez necesarios que no aprendes en ningún otro lugar. Cuando ibas a
educación física, por lo menos en mi caso, sabías que vas a tenías que
esforzarte, que ibas a tener que trabajar lo mínimo con tu cuerpo para saber
sacar la asignatura. Y reconozco que la mayoría de los ejercicios que nos
enseñan son los básicos, los de toda la vida, pero funcionan.
¿Y porqué os cuentos esto? Pues no os preocupéis que yo os
lo explico. Resulta que a mí nuestro entrenador Yago Iglesias me recuerda
muchísimo a un profe de educación física, porque realiza ese tipo de trabajos
básicos que todos conocemos, mantiene el esfuerzo sin meterse demasiado en
estilos modernos o diferentes del que mucho quieren fardar otros entrenadores.
Es cierto que si vas a ver un entrenamiento del profe de educación física y
tienes algunos conocimientos sobre el tema, casi puedes adivinar los ejercicios
que van a realizarse, porque son los que haría cualquier entrenador que quiera
hacer bien su trabajo. Podrás ver carreras, ejercicios de dribling o tiros de
falta y, como no, partidillos…
Y esta es la razón por la que me gusta a mi este entrenador,
por su simpleza. Porque realmente no se mete en ninguna camisa de once varas,
hace lo que tiene que hacer y realiza su trabajo como debería realizarse. Salvo
escasas ocasiones en las que hemos visto al Compos precipitarse con estilos innovadores, el equipo casi siempre ha jugado de libro. Pero lo importante es que funciona, que las
cosas empiezan a salir y actualmente ningún jugador es desaprovechado.
Consiguió sacar lo mejor de Mon y convertirlo en una pieza clave del equipo.
Bien sea de central, centrocampista o lateral, el jugador siempre cumple en
cualquier posición con trabajo. Nuestro amigo el pequeño Tomasito no estaba
bien al principio de temporada, de hecho no tenía sitio en el equipo. Pero el
profe ha conseguido encontrarle la situación idónea para él. En su nuevo rol,
Tomasito mueve el balón como nadie, dándole velocidad y profundidad al equipo,
y con sus subidas en el ataque consigue desestabilizar a la defensa para dejar
a jugadores como Primo en una situación idónea para marcar gol. Ya lo de las
pérdidas de balón que provocan contraataques tenemos que trabajarlo un poco más…
Pero no sólo Tomás y Mon salieron favorecidos, también beneficia y mucho el
nuevo rol en el campo de nuestro Santiño Santi. El delantero que el año pasado
no tuvo mucha fortuna debido a su falta de esfuerzo, ahora de mediapunta
despliega todo su juego. Su calidad se
aprovecha mucho más, y lo más importante, ahora si que se esfuerza…
De hecho, hace mucho tiempo que no escribo uno de esos posts
con los consejos necesarios para resolver este problema, porque por ahora el Compos no los tiene. Lo que vi el pasado
domingo fue una maravilla. Los jugadores jugaban de memoria, la confianza y el
empuje del equipo se muestra en todo momento, nunca desisten fallen lo que
fallen. Pero lo que más me gustó de todo es lo que ganó este equipo en
profundidad. La nueva posición de Tomasito y la calidad de Santi y Rober le dan
una velocidad en los pases muy efectivos.
Así que ya sabéis, si quieres rememorar tus clases de
educación física en la que no eras capaz de hacer esa maldita volvoreta o lo de
subir la cuerda te parecía una auténtica locura, sólo tienes que ir a ver un
entrenamiento del Compos. Porque lo simple, a pesar de lo que digan muchos,
funciona
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