Si hay un dicho que suele acertar al 98 %, ese es el de “segundas partes nunca fueron buenas”. Y digo 98% porque existen excepciones como el padrino 2, Teminator 2 o Condemorrl 2 ( la verdad es que hago yo una película en la que salgan una maceta frente a una espumadera durante 45 minutos, y sería mejor que la primera parte. Eso sí, para darle emoción a la trama, cabiaría los dos objetos de sitio en el minuto 30 de la peli). Y querido amigos, en el caso de la SD Compostela el dicho se cumple al 100 %..
Que sí, que ya lo sé... no siempre flojeamos en las segundas partes, de hecho en el partido del pasado Domingo frente al único equipo de fútbol que se dedica a regalar barbas (barba-das, dios que chiste mas malo, me avergüenzo de mi cerebro en estos momentos...) mejoramos en la segunda parte (cierto es que no era muy difícil), pero no me negaréis que uno de los problemas del Compos en la primera vuelta del campeonato fueron esas malditas pájaras que nos acechaban en las segundas partes (el partido contra el Cerceda fue un claro ejemplo)
Que sí, que ya lo sé... no siempre flojeamos en las segundas partes, de hecho en el partido del pasado Domingo frente al único equipo de fútbol que se dedica a regalar barbas (barba-das, dios que chiste mas malo, me avergüenzo de mi cerebro en estos momentos...) mejoramos en la segunda parte (cierto es que no era muy difícil), pero no me negaréis que uno de los problemas del Compos en la primera vuelta del campeonato fueron esas malditas pájaras que nos acechaban en las segundas partes (el partido contra el Cerceda fue un claro ejemplo)
¿Porqué tenemos tanto miedo a las segundas partes?¿Que nos pasa? En muchos partidos hacemos una primera parte maravillosa, con ocasiones, jugadas, control del partido… Pero es llegar la segunda parte y el equipo cambia radicalmente, como si de un universo temporal se tratase (algo debieron hacer mal Flash o el Doctor Who en sus viajes en el tiempo que provocaron el efecto mariposa). Pues habrá que solucionar esto, algo tendremos que hacer para estos chicos, no lo vamos a dejar así… Y para eso estoy yo aquí, para solucionar los problemas compostelanianos.
Tras pasar sentado frente a la mesa un montón de segundos (50 si no recuerdo mal) llegué a una sospechosa conclusión. Si el principal problema del equipo viene tras el descanso, será porque en su vestuario, durante los 15 minutos previos a la segunda parte, no tienen la motivación necesaria para volver al 100%. Por lo tanto yo, lúcido de mi voy a proponer varias cosas que fomentaran el ánimo del equipo durante el descanso. Yo os las cuento, luego vosotros ya decidís, que eso es demasiada responsabilidad para que lo decida uno sólo.
La afición Habla: Que sí, que ya lo sé, debería de ser el entrenador el que debería ver los defectos y las virtudes de su equipo. De hecho él mejor que nadie conoce la situación de cada jugador y su estado de forma. Pero no estaría de más que en cada partido se escogiese a un aficionado que bajase al vestuario para comentarles al equipo cual es el punto de vista de la afición sobre el partido. Que vamos, si nos ponemos originales, siempre se puede hacer con videoconferencia para darle un toque más Black Mirror. Que luego si quieren no le hacen ni caso, pero oye, ¿Y si al final lo que dice el elegido es clave para decidir el partido?, nunca lo sabremos si no lo hacemos…
Monólogo futbolero: Tonterías se me ocurren muchas, pero esta se lleva la palma de Oro. Si nuestro equipo está desanimado y cansado, siempre podemos poner a un monologuista en el vestuario para amenizarles un poco esos 15 minutos con un monólogo sobre la 1ª Parte. Animar no se si se animarán, pero oye, por lo menos se echan una risas; a lo mejor funcióna. A mi siempre me gustó mucho Javier Veiga, un gran monologuista gallego muy poco valorado, aunque seguro que a alguno os apetece más uno de Carlos Blanco.
Efecto Chiki Chiki: recordemos que Guardiola, para animar al Barcelona en una final, utilizó una canción de ColdPlay, una de esas heróicas que te levantan el ánimo más rápido que un Tweet de @norcoreano. Pero eso es muy hipster, demasiado moderno para nosotros, que somos más de la calle. Así que casi mejor podemos utilizar como canción heróica El Chiki Chiki. De hecho, seguro que les va a gustar tanto esta idea que van a llamar a una jugada ensallada la Chiki Chiki. Lo veo, lo veo…
Cheerleaders: Lo sé, lo sé; estaréis pensando muchas de vosotras; desde luego, que machista es eso, por Dios, que hay muchas chicas en el campo. Pero tranquilas, que el grupo de Cheerleaders será mixto, habrá chicos y chicas bailando con la camiseta ComposGrela y mostrándonos sus dotes de baile. Eso seguro que anima al equipo y a la afición.
Mascotizando: No es mi idea favorita, pero la voy a poner, porque yo soy mucho de poner y poco de quitar (por eso siempre se me desborda el agua de la bañera, nunca quito el tapón). Pero oye, podemos tener nuestra propia mascota del club, que otros equipos ya la tienen. Lo fácil sería poner a un peregrino, pero no sería nada absurdo, y yo necesito liberar mi dosis de ideas absurdas, que luego me quedan en la cabeza y no sé como sacarlas. Así que casi mejor podríamos tener de mascota una concha gigante con patas y brazos blanquiazules. Serviria para animar el cotarro y para sustituirlo por el hombre del saco para asustar a los niños:”Sino te portas bien, vendrá la concha gigante del compos y te va a llevar con ella”. Además, seguro que a los argentinos les iba a hacer mucha gracia…
Bueno, pues nada, ya tenéis las opciones, ya tenéis varios métodos para animar a nuestro equipo. Ahora sólo tenéis que escoger la adecuada, la necesaria para que nuestro equipo salga a la segunda parte más motivado que un friki dos minutos antes de entrar en el cine para ver la nueva peli de Star Wars. Ahí lo dejo:
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