Para constituir la asociación contó con varios conocidos, siendo hoy en día los que componen la junta directiva junto al presidente interino, que no es otro que el anterior vicepresidente. Al principio todo era ilusión, proyectos y buen rollo, más aún cuando el bueno de Antonio era quién se encargaba de llevarse al bolsillo los déficits, pero el fracaso en segunda B y la vuelta a tercera trajo la división silenciosa. En el seno de la junta, comienza una escisión en dos facciones que luchan por el favor del presidente, promoviendo dos maneras y estilos de gestión diferentes. Eso sí, mientras pagara el presi, asentir y seguir conspirando, tratando de hacer prevalecer las ideas propias frente a las de la competencia.
El caso es que las circunstancias personales del presidente este año cambian, viéndose sin capacidad económica para llevar el proyecto al siguiente nivel, se propone seriamente la "venta". Y lo pongo entrecomillado porque lo que significa realmente es que decide echarse a un lado y recuperar parte del dinero invertido. Más allá de la idoneidad de uno u otro posible comprador, la gestión del proceso no se lleva a cabo correctamente y termina en un fiasco en el que hasta el director deportivo sale salpicado. Con prisas y sin tener cerrado con la junta la forma y el fondo del acuerdo, se encuentra con la negativa de una directiva "unida" que decide no firmar escudándose en las recomendaciones de sus abogados. Dichas alegaciones, al margen de lo atropellado de la operación, estaban centradas principalmente en las responsabilidades futuras, algo comprensible, por otro lado, pero la asunción de estas por parte de su Ilustrísima, tratando de buscar el acuerdo recibieron el no. También se hace alusión a determinadas acciones polémicas que los directivos deberían tomar en caso de secundar el acuerdo, con las que tampoco estarían de acuerdo. En este sentido, todo hace pensar que dichas acciones estarían centradas en despidos y rotura de acuerdos que, obviamente, debería asumir el presidente entrante.
El pasado viernes por la tarde, los círculos próximos a su Ilustrísima ya daban por tomada e inamovible la decisión de dimitir, por lo que el fin de semana no era otra cosa más que ganar tiempo. Tiempo, ¿para qué? Los díscolos sabían que la no firma del acuerdo terminaría con la salida de Quinteiro, y, por tanto, con la reclamación del dinero invertido, eran, pues, totalmente conscientes de que si no firmaban tendrían que pagarle a su Ilustrísima, este fue el acuerdo. El fin de semana fue un tiempo extra para la junta para plantear las diferentes opciones de pago y el comienzo de una nueva época para un Compostela que dentro de unas semanas conocerá a su nuevo presidente.
Adiós Antonio. Valoramos enormemente tu esfuerzo y ofrecimiento desinteresado hasta que no pudiste soportar más por tus circunstancias. Nos salvaste de desaparecer y te vas dejándonos un club saneado aunque todavía alejado de la afición e incapaz de volar solo por el lastre del agujero de tu bolsillo. Gracias por los servicios prestados y ojalá que te vaya bien.
Adiós J. No te conozco de nada, casi no sé ni quien eres, para menos conocer lo que piensas o lo que tenías en mente hacer con el club. Tus intenciones tal vez no fueran malas, pero discúlpame si te sienta mal lo que te voy a decir. Hay un dicho en la familia de mi esposa que dice, "es más fácil negociar con una mala persona que con un tonto", y por eso no has conseguido cerrar el acuerdo, para la próxima vez cambia de negociadores, a esos les faltó experiencia.
Estoy de acuerdo con la nueva junta en que poco cambia, antes el acreedor era Kingteiro y ahora será quien sea, pero el club está saneado, saldrá a competir con un presupuesto similar sl de temporadas anteriores, y mantendrá los preceptos con los que su Ilustrísima llegó al Compostela. Lo de crecer y para cuando esos cantos de sirena mejor lo dejamos para otro post, ¿qué os parece para cuando tengamos nuevo presidente electo? ¡Hasta la semana!!!!
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