Como ya os habréis dado cuenta, llevo dos semanas sin escribir en el blog. Antes de nada, disculpas por ello, pero vamos al lío. Podríais pensar, que ante el desconcertante silencio del Compostela, esa ausencia de información oficial me habrían dejado sin inspiración o incluso desesperado, pero aunque mi situación personal se ha acoplado curiosamente con la de la SD, lo cierto es que no he podido escribir estos días por culpa de la física. Lo siento muchísimo, pero el día solamente tiene 24 horas y si no comes y duermes estás abocado a la fatalidad del fracaso.
Dependiendo del sector del que se trate, este tipo de operaciones suelen durar más o menos tiempo, pero siempre dependerá de la voluntad de las partes y de lo que quiera o pueda complicarse la operación. Cómo bien se ha podido leer en prensa, adquirir una sociedad mercantil es más sencillo que hacerse con una asociación, dónde lo que se compra es su control y algún elemento de propiedad individual que esté aportándose a la asociación, ya que la que la entidad en sí no se puede vender. Vendría a ser, a cambio de dinero, la directiva actual permitiría la entrada de nuevos socios, para después dimitir y abandonar la asociación, siendo los nuevos socios los que configurasen la nueva directiva. Por ello, no sólo es necesaria la voluntad de Quinteiro, si no también la de cada uno de los miembros de su directiva. Volviendo a mi caso, se trataba de un traspaso entre autónomos e inicialmente parecía que no conllevaría una complejidad excesiva, pero claro, en la misma operación, además estaban metidas sociedades mercantiles, personas físicas y un banco, cada uno con un papel y unas exigencias diferentes, por lo que al final fue se complicó la operación más de lo que se podía prever inicialmente.
Entre tanto, Casti trató de no zozobrar sobre el picado mar de la negociación. Sin tener claro ni quien sería el próximo presidente del Compos, ni cuando será oficial, siguió notificando las bajas que seguro serían también en caso de no ir adelante la operación. Pero claro, sin un presupuesto cerrado ni una dirección de prioridades, la contratación no es viable. Y es que ni siquiera se ha fichado entrenador, pieza imprescindible para definir el perfil de los jugadores con los que se pretende jugar. Esto sí es algo muy relevante, ya que el tiempo se agota para encontrar míster para la próxima temporada. Me pregunto incluso si no volverá Rodri de apagafuegos visto lo visto. En este sentido sí muestro mi impaciencia si la negociación se alargar más semanas, y aunque es cierto que el calendario aprieta, en estos momentos en lo que menos piensan parte compradora y parte vendedora es en el área deportiva. Y sí, hablo de alargar, porque en esto de los negocios los plantes y faroles están al orden del día, y dónde hoy rompo el contrato en tus narices, mañana puedo volverme a sentar.
Lo que es seguro es que los hermanos Seoane Mella, Primo, Guille y Vesprini no continuarán la temporada próxima, y que Parapar parece estar estudiando la oferta de renovación, pero es inevitable que la cercanía del 30 de junio no inquiete a aquellos con contrato en vigor. Si bien los que finalizan contrato ya están buscando por si acaso, los que todavía tienen contrato en vigor estarán incómodos mientras no se les aclare su situación. Sin ninguna duda son los prisioneros de esta negociación y hasta es normal que alguno quiera la carta de libertad antes de verse envuelto en la vorágine.
Hoy recuperamos post tras unas semanas de excesivo ajetreo, en las próximas fechas continuaremos analizando una temporada que recordaremos seguro, para bien, para mal o para regular. Sin ninguna duda tendremos que reposar mucho tanta emoción enfrentada para serenar el discurso. ¡Hasta la semana!!!
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