Decía ayer Quinteiro en la Ser que todos eran responsables de lo sucedido esta temporada, pero parece que en petit comitè se piensa que alguien tenía que cargar con la culpa. Lo elegante hubiera sido que en la nota de prensa no se hubieran dado explicaciones o que al menos también se hubiera valorado el trabajo del míster, pero en fin, eso solamente es una opinión. Repito, ni flores, ni agua hirviendo, hasta Rodri ha tenido aciertos y condicionantes para trabajar, y eso jamás se le podrá negar. Ser justo no está reñido con ser determinante, y por eso nosotros le agradecemos su abnegación y sus ganas, su trabajo, su buen talante y su sinceridad, que no olvidamos que cuando se vio superado fue él mismo quien puso su cargo a disposición de la dirección deportiva.
Valoración del cuerpo técnico. Aunque durante esta segunda vuelta hubo dudas sobre si el objetivo de la SD para esta temporada había cambiado o no, lo cierto es que el presidente esta última semana ha dejado claro que este era entrar en playoff, algo que finalmente y a nuestro pesar Rodri Veiga no ha logrado, quedando octavo en un campeonato reñido del que hasta bien entrada la segunda vuelta no bajó de la quinta posición. En un claro gusto por la rotación, y con numerosas bajas tanto físicas como por COVID, sanciones y demás, el míster de Valdeorras no ha dejado un once claro, solo pareciendo irrenunciables los puestos de Pato y Casas. ¿Pudo esto ser un hándicap? No lo dudamos. En este sentido sí es relevante la plaga de lesiones. Ya bien fuera por una mala planificación preparatoria, como mala suerte o mala adaptación de los jugadores al trabajo, el no poder contar cada semana con dos o tres jugadores, es muy limitante. Otro aspecto negativo fue la ausencia de identidad sobre el verde y la falta de una idea clara de juego. En el lado positivo tenemos la buena lectura que se hacía de los partidos, la readaptación de jugadores a nuevas posiciones (aunque en algunos casos se tardó en exceso), la mejora significativa del balón parado y las oportunidades que se dieron a la cantera.
Estoy convencido de que no existía mejor alternativa que la de Rodri para que continuara el proyecto iniciado con Yago, pero la dificultad de los cambios serenos ha terminado hundiendo el barco picheleiro. Una vez conocida su salida, se abre un tiempo de reflexión para Casti, que deberá decidir como pretende enfocar esta nueva etapa del equipo. Conocedor del fracaso del proyecto continuista, deberá optar por una alternativa constructiva, pero que siga alineada con la filosofía de cantera del club. Y sinceramente, tampoco deberíamos esperar que esto tarde mucho. Casti ya investigó este puente la temporada pasada, aunque finalmente le convenció más la otra vía, por lo que algún nombre ya debería haber en su agenda. Además, la evolución de la temporada seguro que ha terminado de perfilar esa lista de nombres. Creo que será la libertad del candidato la que terminará por decidir quien se sentará en el banquillo santiagués la próxima temporada. De lo que estamos casi convencidos es de que Pablo continuará, y apostaríamos a que Fiz (segundo) y Adrián (analista) también, aunque con David (preparador físico) ya tenemos más dudas.
Valoración psicológica del equipo. Suspenso claro, un 2. Posiblemente, haya sido el punto más flojo del área técnica. Problemas de comunicación dentro del grupo, falta de cohesión, Bajo rendimiento y moral... A pesar del juego, si se hubiera trabajado bien esta área, seguramente el hundimiento de la segunda vuelta no se hubiese producido y seguramente ahora estaríamos haciendo otra valoración de un resultado muy diferente. Es evidente que no todos los equipos pueden ser como el Real Madrid, pero aspirar a tener esa fuerza mental debería ser un objetivo irrenunciable. ¡Hasta la semana!!!
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