Pero si algo me ha sorprendido en las redes estos días, es el trato que se les ha dado tanto al ex-técnico picheleiro como a su sucesor en el banco coruñés, Rubén de la Barrera. Y es que más allá de amores y odios, me parece muy poco objetivo ver a Fernando como un obrador de milagros o como un entrenador que no vale para segunda B. Tan poco objetivo, como decir que Rubén de la Barrera es un entrenador mediocre, o que es la panacea que devolverá al club de Riazor a segunda A. El problema es simple, no aceptar los errores propios y corregirlos para tratar de cargárselos al subordinado de turno. Ni los problemas económicos del Deportivo ni los cambios de rumbo de la dirección deportiva, son achacables a los trece entrenadores que han pasado por Coruña en los últimos 8 años. Y es que tampoco hay que olvidar que la gestión del Fabril haya brillado, es más, de hecho ha ido pareja al desastre del primer equipo. Cuando Rubén ascendió a la Cultural, los leoneses llevaban ya 4 temporadas en Segunda B en clara proyección ascendente tras el descenso administrativo de 2011 que los envió a tercera. En este caso, el entrenador coruñés viene para tratar de enderezar una situación que, sin ser acuciante, no es la esperada en base a la inversión realizada. Pero fíjate tú que curioso, que nadie en el seno de la entidad deportivista cuestione precisamente esa inversión, es decir, que ese entrenador y esos jugadores contratados no sean los más adecuados para el objetivo que se propusieron. Pero claro, no se puede volver atrás, así que nos cargamos al entrenador y fichamos otro a ver si suena la flauta. No dudo que Rubén lo intentará y tal vez la haga sonar, pero sinceramente lo veo improbable, y pase lo que pase el año que viene habrá más de lo mismo, en un Riazor que navega a flote gracias a un Abanca que aún no ha perdido la paciencia ante un proyecto claramente a la deriva. Pero no nos engañemos, este error lo cometen muchos recién descendidos que se creen más de lo que realmente son. Numancia, Racing de Santander y Extremadura tampoco es que se estén luciendo esta temporada, y en esa comparativa alguno puede pensar que su gestión está defendida. No hay más necio que el que no quiere ver.
Pues como otra plaga más que se une a la COVID, Filomena también también terminó por afectarnos y, al menos a mí, me obligó a replantearme este post del que esperaba un desarrollo muy distinto. Al aplazamiento de encuentros de fútbol en todo el centro peninsular, se le unieron también aquellos cuyos comparecientes se quedaron encerrados en ratoneras de nieve como fue el caso del Rayo Vallecano. Además del Salmantino - Compostela, en el subgrupo 1A se aplazó el Guijuelo - Pontevedra, se obligó a jugar el R. Ferrol - Unionistas, y sólo se disputó con normalidad el duelo vigués entre Celta B y Coruxo, ya que el Zamora - Deportivo tampoco estuvo exento de polémica y que a la postre le costó el cargo al técnico gallego Fernando Vázquez. Pero esta destitución, extraña para mi después de un parón de 3 semanas, sólo fue la continuación de una cascada de rescisiones que comenzó con el entrenador del Salmantino y que el ayer todavía continuaba con los despidos de los primeras Michel y Machín. Y me da que no van a ser los últimos. Sinceramente no creo que a Larraz le queden muchas más balas en la recámara. Con la inversión que han hecho los ferrolanos, y más allá del pobrísimo juego desplegado, el rendimiento está siendo pírrico y los puestos de playoff se le alejan cada jornada como un globo sonda.
Continuando con la reflexión, me fijo ahora en los proyectos bien gestionados buscándolos en su propio grupo. Aunque ya sé que todos esperáis que ahora hable del Compos, hoy no toca. Hoy toca hablar del líder del grupo, el hermano feo de Salamanca, Unionistas. El invento salmantino que nació en 2015, lleva creciendo con paso firme y contra viento y marea en una situación muy compleja, pero a la que se ha sabido adaptar para mostrarse inquebrantable. Desde 1ª regional ha ido ascendiendo hasta colocarse líder de este grupo de segunda B con un presupuesto declarado de 0,8M€, a la altura del del Compostela y por debajo de los 1,25M€ del recién ascendido Zamora y muy por debajo de los 1,9M€ del Racing de Ferrol, haciendo mucho más valorable el trabajo de un club que, a pesar de su corto presupuesto, sigue creciendo temporada a temporada, todo un ejemplo para el Compostela. Y es que tal vez en esto ($$) resida otra clave de la gestión, en que cuando tienes poco te ves avocado a gestionarlo bien para no irte a la mierda, y que cuando tienes mucho eres bastante más despreocupado y en consecuencia menos eficiente.
Y me despido ya convencido de que finalmente el Compostela - Unionista de este sábado será a puerta cerrada. La escalada de incidencia acumulada en Galicia, y especialmente en Compostela, no se corregirá tan rápido como para no tomar medidas, y creo que el Pazo de Raxoi se verá avocado a tomarlas. Aún así, mantengo un halo de esperanza de poder ver al Compos contra el líder indiscutible del grupo 1A y con el que ya perdió en el primer partido de liga por 2-0 en Salamanca. Partido complicadísimo para los de Santiago para el que no espero nuevas bajas ni altas inesperadas. Y es que parece que Casti se está moviendo bien y pronto habrá novedades. Si bien es cierto que creo que se harán de rogar y no sabremos nada a corto plazo, o si... Hasta la semana!!!
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