¡Vaya semanita llevamos! Podría empezar a contaros que el pasado Sábado nuestro estimado Compos empató a ceros contra el Zamora, o incluso podría hablar de cierta plataforma que ha decidido no televisar el partido de copa que mañana el Compos juega contra el Ibiza y que, además, no deja televisar a otros. Pero no, hoy voy a cambiar completamente de tercio. Hoy, mira por donde, voy a hablaros de literatura. ¿De literatura? Os preguntaréis algunos… Pues sí, estimados y estimadas, voy a hablaros de uno de esos libros clásicos que nos hicieron estudiar en el colegio y que, por casualidades de la vida, hoy os voy a recordar (cada uno que lo use de metáfora para lo que crea conveniente, yo ahí no me meto).
Yo, tras conocer dicha historia (he de reconocer que no leí
el libro porque para leer libros clásicos soy más vago que el peluquero de
Michael Jordan), he llegado a varias conclusiones que me reconcomían por dentro
y necesitaba contaros:
- El perro es un “pedazo” mamón, porque esas verduras del
huerto pueden disfrutarlas muchos animales, pero su cabezonería y orgullo no le
permiten ayudar a los demás. Prefiere que se pudra todo el huerto antes que
hacer feliz a más gente, porque él es así y él lo vale. Para que lo entendáis
mejor os voy a poner un ejemplo al azar con alguna situación actual inventada:
Imaginaos que disponéis de los derechos de un servicio y depende de vosotros
que otra gente lo pueda disfrutar. Un
día, de repente, decidís que esa gente no va a poder disfrutar de ese servicio
y además, cómo es sólo vuestro, no dejáis que otra empresa proporcione ese
servicio. Suena fatal ¿a que sí? Pues eso mismo ocurre con el perro.
- Al karma le suelen gustar muuucho este tipo de situaciones,
ya que en un futuro (seguramente no muy lejano), el perro necesitará la ayuda de los demás para
sobrevivir y éstos, que generalmente no olvidan, tendrán marcado en su
calendaría el día D en el que no pudieron comer la verdura del huerto, algo que
les dará el enorme placer de contestar con un gran y un rotundo NO. Ese día
será inolvidable para ellos… Continuando con el ejemplo al azar que utilicé en el párrafo anterior imaginar que esa empresa que no dejó disfrutar a la gente en el futuro depende del dinero de éstos para mantenerse, pero ellos le dicen que no porque le recuerdan ese momento en el que por cabezonería decidió denegarles los servicios. Y ahora la empresa se encuentra sin dinero y sin clientes...
- Puede darse el caso (que a veces ocurre) en el que ese perro
sea todavía peor y dé de comer sólo a algunos y le niegue esas verduras a
otros. ¿Porqué? Pues porque quiere demostrar que él tiene “derecho” y los demás
no. Es increíble hasta donde pueden llegar algunos, no quiero ni pensar si esta
barbaridad llega a ocurrir en el mundo real ¡nos volveríamos locos!
Bienvenidos al maravilloso mundo de los derechos
compostelanos.
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