Ya ha llegado, queridos compostelanos, ya está aquí, y por
la pinta, me da la sensación de que ha venido para quedarse. De hecho yo esta
semana le vi buscando piso por Santiago, pero no quise decir nada para no
preocuparos. Este pasado domingo he confirmado mi premonición, este pasado
domingo he podido confirmar que definitivamente se ha asentado en la ciudad.
Estoy hablando, como no, del maldito comeuñas.
Noooo, no os asustéis, con comeuñas no me estoy refiriendo a
una especia de alienígena que está interesado en comerse a nuestro maravilloso
central; estoy hablando de esos momentos de sufrimiento compulsivo en el que la
intriga y, en ciertas ocasiones, el dolor de barriga se apoderan de nosotros
inevitablemente, apartándonos poco a poco de la maravillosa tranquilidad en la
que nos encontrábamos últimamente. Mr. Comeuñas nos está recordando que el
final de la liga se acerca, los playoffs están ahí al lado, justo al cruzar la
esquina. De sobra sabemos que esos últimos partidos, si finalmente los jugamos,
van a ser un cúmulo de nervios que te harán sentir situaciones desesperantes o
llenas de alegría, todo depende de lo que ocurra…
Pero no os preocupéis, no le tengáis miedo a esos partidos,
porque que yo sepa, o yo estoy muy sordo o nadie dijo que esto iba a ser fácil;
los caminos de rosas no existen, son una invención de Disney para sacar dinero.
Así que iros preparando, que Mr. Comeuñas se ha establecido y es posible que se
empadrone y todo. Menos mal, afortunados que sois, que estoy yo aquí para daros
unos consejos lo suficientemente absurdos para que ese endiablado acompañante
no os saque de vuestras casillas. Así que hoy os pregunto: ¿Qué debemos hacer
para que Mr comeuñas no nos saque de las casillas?
Confianza: Esta es una de esas palabras que quedan muy
bonitas en una conversación, pero que a la hora de ponerla en práctica, cuesta
un huevo y parte del otro. En estos momentos es clave, importantísimo,
imprescindible, tener total confianza en nuestro equipo, desde el entrenador a
sus jugadores. Un solo silbido puede acabar con la moral de nuestro querido Compos, convirtamos
los pitos en aplausos y las críticas en halagos, y si después de eso necesitas
desahogarte con alguien, echa un vistazo al panorama político del país, que ahí
tienes críticas de sobra…
Paciencia: Otra palabra muy parecida a la anterior, sólo que
en este caso, por lo menos en lo que a mi respecta, es mucho más fácil de poner
en práctica. Si algún jugador pierde un balón o falla un tiro cantado, no hace
falta lanzarlo a los leones, por mucha hambre que tengan los pobres animalitos
peludos, el partido dura 90 minutos y no sé si sabéis que somos un equipo de
tercera división hecho para jugar playoffs, no para ser líderes. El hecho de
que actualmente seamos los primeros en la clasificación es un regalo que nos
está dando el equipo digno de disfrutar. No pienses en lo que pueda pasar,
disfruta de lo que está pasando, ya luego si por tu cuenta disfrutas la fruta
no me parecería mal, eso ya es cosa tuya (¿en que momento pensó un encargado de
márketing que el slogan “disfruta la fruta” era un gran acierto?¿Qué le hemos
hecho a ese hombre para que nos haya torturado con un anuncio tan insoportable?)
No es el fin del mundo (todavía): Es evidente que estamos
hablando de un deporte, un juego, una competición. Si al final no conseguimos el ascenso tan ansiado, no van a bajar los arcángeles para
acabar con la especie humana, ni las máquinas se revelarán y dominarán al ser
humano esclavizándolos (Algo que pasará tarde o temprano, pero ese es otro
tema) La vida sigue, los pájarillos cantan, las nubes se levantan para regalarnos
unos cuantos ciclogénesis de esos que tanto abundan en esta nuestra ciudad.
Acepto desilusión como animal acuático, pero el scatergoris seguirá siendo mío
a pesar de todo (que publicitario estoy hoy por Dios…).
Y si después de leer esto seguís alterados, seguid estos
sencillos pasos: idal chino, compraos una vajilla y un bate de béisbol, dirigios hasta un fábrica abandonada, y dedícaos a romper todas y cada una de las piezas de la vajilla china con el bate
anteriormente comprado lo más fuerte que podáis. No os podéis imaginar lo que
relaja eso, comprobado…
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