¡Ay la derrota! esa mísera, maldita y temible situación que tan mal nos sienta. Cada semana deseamos que no venga a visitarnos pero en el fondo sabemos que, en algún momento, pasará a saludarnos. Había pasado un tiempo y casi nos habíamos olvidado de ella (exactamente desde la jornada 19); los empates y las victorias ayudaron a olvidar ese nefasto resultado, evocando una ilusión desmesurada que se resumía en una alegría única. Pero claro, no todo va a ser risas y jologorrío, estimados, estimadas y estimades, a veces tenemos que volver a sufrir para aprender a valorar las victorias, porque no siempre salen las cosas bien y, a veces, la decepción forma parte de nosotros por mucho que queramos evitarlo.
Imagino que, tras leer el párrafo anterior os habréis dado cuenta que nuestro estimado Compos ha perdido contra el Coruxo el pasado domingo y el primer puesto se desvaneces como el agua entre los dedos... Yo, tras pensarlo un poco, me dije a mi mismo: "A ver si estábamos mirando por encima de nuestras posibilidades y en lugar de pensar en afianzar el segundo puesto soñábamos con alcanzar el liderato". A ver, os lo voy a decir una vez y espero que con eso baste: ¡olvidaos del liderato de una vez! Que esta liga se la lleva el Arenteiro lo saben aquí y en Madagascar (estoy convencido que en Madagascar siguen los partidos de segunda federación con interés y aínco). Preocupémonos de mantener el segundo puesto, que tenemos detrás a un par de equipos que no nos lo van a poner demasiado fácil... Para que veáis que no exagero nada, os voy a poder que os pongáis las gafas de cerca y dediquéis unos segundos a mirar la clasificación a día de hoy:
¡Que tenemos al Zamora pegadito, casi al lado!¡un punto!¡un escaso y minoritario punto nos separa de ellos! Pero es que además el Avilés y el Guijuelo están a 2 y a 3 puntos ¡a 2 y a 3 puntos!¡casi nada! La cosa no está nada fácil y en una jornada nos podemos quedar no sólo sin el segundo puesto...¡nos podemos quedar sin playoff!¡SIN PLAYOFF! Así que abrochémonos los cinturones y preparémonos para unas jornadas en las que nos comeremos las uñas indefinidamente. Preparémonos para la lucha de unos puestos con demasiados pretendientes.
Y no quiero despedirme sin recordaros que la derrota es una mierda pinchada en un palo podre colocado en medio de una finca llena de toxos de un señor que no la quiere vender porque asegura que en un futuro se la compraran a mejor precio, pero acostumbraos a ella porque, tarde o temprano, volverá para recordaros que todo lo bueno se acaba... ¿o es que acaso os creíais que íbamos a estar flotando en una nube todo el año?¡exageraos!
Bienvenidos al maravilloso mundo del sufrimiento compostelano.
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