Hoy, con bastantes más problemas informáticos de los que me podía imaginar, salgo casi de madrugada a valorar el pasado año de la SD. Aunque bastante más escueto de lo que en mí viene siendo habitual debido a las fechas, trataré de ofreceros mi visión del año que finalizó el pasado sábado.
Tildar de fracaso, la temporada pasada es una visión simplista de lo mucho que sucedió, incluida una segunda vuelta muy condicionada por los movimientos en la sala noble. Evidentemente, Rodri no consiguió sacar de la plantilla lo necesario para que esta comenzase un nuevo ciclo, y lo inmiscible de algunos jugadores, con el sistema y el entrenador, terminó por agotar un proyecto mal planteado, aunque tuviera mucha intención.
Con la temporada finalizada y la vorágine directiva, el futbol desapareció, y no volvería a aparecer hasta casi noviembre, dónde el nuevo míster brasileño, Fabiano Soares, lograba convencer a sus pupilos de que su método podía alcanzar el éxito, y comenzaba una serie de victorias que acabarían acercándole a la cabeza en poco antes de Nochebuena. Tras una planificación exprés y poco dónde escoger, el club santiagués finalmente logró conformar un equipo competitivo y capaz de optar a pelear el campeonato.
Pero si algo ha quedado marcado este 2022 para los anales de la historia del Compostela, ha sido el periplo directivo que ha terminado con la entrada de 19 socios nuevos con poder para decidir un nuevo camino para el club. Todavía con las dudas que generan las amenazas del expresidente Quinteiro, se abre un nuevo comienzo en el club picheleiro para buscar alcanzar el futbol profesional. Desde la frustrada venta a Jota Peleteiro hasta la entrada de Granero y Agrasar pasando por la dimisión de su ilustrísima, nos ha faltado tiempo para aburrirnos y pasar un tiempo sosegado. Entre comunicados y noticias confusas, ha sido realmente imposible para los aficionados no sentirse abrumado o incluso asustado por una situación que sudaba incertidumbre y tensión. Dicen que bien está lo que bien acaba, pues crucemos los dedos y que no tengamos que volver a empezar.
Pero no nos marcharemos sin antes nombrar a nuestro MVP del mes de diciembre, que no es otro que don Mario Rodríguez, auténtica calidad de primera RFEF en segunda. Nada más que decir, un jugador superior que marca y demuestra la diferencia. Será muy difícil de atar este próximo verano si no se asciende, todo un lujo.
Y me despido ya, con la vista puesta en el encuentro frente al filial del Racing de Santander del próximo sábado, y los posibles fichajes que pueden llegar a la casa blanquiazul tratando de alcanzar el ascenso directo a primera RFEF. ¡Hasta la semana!!!!
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