No os lo váis a creer, pero llevo una semana preocupadísimo. Mira que he estado buscando por todos los rincones de mi casa, en los asientos del coche (he mirado también por los huecos que hay entre los asientos, y lo único que encontré son monedas), en todos los cajones de las mesillas y debajo de los sillones ¡si hasta he preguntado en varios bares de la zona y no he encontrado nada! ¿qué diablos hago yo ahora?¿dónde busco? Porque no se me ocurre ningún otro sitio. Ay, perdón, que cabeza la mía, estoy yo aquí hablando de que perdí algo pero no os he dicho lo que busco. Resulta que desde el martes no sé dónde diablos dejé mi ilusión, ha desaparecido así de repente, como quien no quiere la cosa. Todo ocurrió por la mañana, cuando usé el móvil para mirar la aplicación de Twitter y me encontré las noticias de esas terribles bajas compostelanas. Desde ese momento comencé a buscar mi ilusión y no hay manera de encontrarla. ¿vosotros no sabréis dónde la habré dejado? Si es que a mi me da que debieron de cogérmela, de hecho un aficionado del Pontevedra pasó a mi lado justo cuando me desapareció ¡a ver si me la han robado! ¡Si es que te despistas y te quitan la ilusión en un suspiro!
Ah, pero espera, que yo venía a este blog para hablar del
Compos… desde luego, estoy tan preocupado por recuperar la ilusión que ni me
acordaba a lo que venía... dónde tendré la cabeza… Sinceramente, os hablaría del Compos, pero
que queréis que os cuente, la verdad, si lo que ha pasado estos días no merece
la pena ni recordarlo. Lo más destacable que pasó últimamente fue la
presentación de la nueva camiseta, que a algunos les gusta y a otros no, y un
chaval que viene muy ilusionado a jugar. El resto no merece la pena ni
mencionarlo, lo mejor es coger una pala, enterrarlo todo en un descampado y plantar un árbol bien grande para
que nadie sepa que está ahí.
Por cierto, volviendo a la ilusión, si alguno o alguna la
encontráis, por favor poneos en contacto conmigo en quieroascendersingastarunputoduro@pormishuevosmorenos.com.
¡Hala, con Dios!
Bienvenidos al maravilloso mundo de la búsqueda de ilusiones
perdidas.
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