Finalmente mi segunda hija nació de madrugada la semana pasada. La recuperación de la madre, la lactancia materna y la hermana mayor en medio del confinamiento, suponían un reto de tiempo de cara a este miércoles. Además, teniendo en cuenta que cada vez son menos fiables las palabras de los dirigentes futbolísticos, y que todo es más bien un conjunto de ideas flotantes que se entremezclan sin precipitar, la evidente falta de material interesante, más allá de seguir hablando de la machacante vida en tiempos del Coronavirus, me dejaba muy pocas opciones a la hora de escribir un post sin que me lo tiraseis a la cara.
Sin embargo, el lunes de madrugada mientras dormía a las niñas, sí, a mí también me han tocado de esas, se me vino a la cabeza que la mayor, socia desde de la SD desde su primeros días y alimentando compostelanismo en el campo, podía perder ese poso de interés con las medidas que se tomarán en las próximas fechas. Es más la pequeña, perdería privilegios frente a la mayor ya que su alta como socia no podría tramitarse con tanta celeridad. A ver, ya sé que un crío de casi 3 y un recién nacido no son el ejemplo perfecto, pero si que me alimentó el debate interno. ¿En qué medida podría afectar la ausencia de fútbol, o incluso la celebración de encuentros sin público, en la capacidad de los clubes en fidelizar abonados? Es innegable que el momento deportivo de cada club es vital para predecir una tendencia en este sentido. A nadie se le escapa que si un club no ha logrado seducir a los socios durante la temporada, y su asistencia de público iba cayendo, es lógico que esto lo que haga es que se resienta aún más. Pero, ¿qué opináis de aquellos equipos que estaban "on-fire" y cuyas expectativas eran positivas de cara a la próxima temporada, se enfriarán o se mantendrá la llama? Cómo créeis que puede afectar a un abonado recién recolectado que le dejen, pongamos, 9 meses sin poder acudir al estadio a ver a su equipo, ¿se desenganchará? ¿Están verdaderamente en riesgo las tendencias positivas de las masas sociales?
Por un lado, los aficionados suelen ser bastante fieles, muy de su equipo, y aunque sea desde la distancia, permanecerán fieles hasta la muerte. Además, el aficionado desconectado, ese que fue abonado en el pasado y que todavía no ha sido reenganchado por el bajo nivel o rendimiento deportivo del equipo, seguirá en la cueva indiferente a lo que suceda pero mirando por el rabillo del ojo por si la nueva situación pudiera revertir la situación hasta el momento del paro. Finalmente, aquellos aficionados recién enganchados por la buena temporada del club o demasiado pequeños en edad, son los menos y pueden reengancharse con relativa facilidad en el corto plazo.
Por el otro lado, independientemente de lo fiel que sea un aficionado, la desconexión involuntaria del fútbol puede provocar un distanciamiento, y las medidas y miedos que estarán presentes en la reinicio de los eventos deportivos, pueden reducir la asistencia de público al campo y, en consecuencia, generar un aparente descenso de la masa social. En el caso de que hubiera algún aficionado desconectado que estuviera planteándose la posibilidad de volver como consecuencia de la gran temporada de su club, verá frenado ese pensamiento dejénadolo pasar y forzando al club a volver a esforzarse para llegar él y que se replantee su vuelta. Por último los recién llegados. Estos son los más afectados ya que la ilusión con la que estaban viviendo esta reconexión con su club se ve truncada y quién sabe como reaccionarán al parón.
¿De qué lado os posicionáis vosotros?
Me despido ya reflexionando sobre la desescalada. Sin entrar a valorar lo optimista de las fechas más favorables, sí me quedo con el detalle de que es por provincias. Esto es de especial relevancia, ya que, en Galicia, Lugo podría desescalarse primero y Ourense de última provocando que cualquier partido que se quiera disputar tanto de Tercera como de Preferente tengan que esperar a que todas estén desescaladas para poder retomar la competición. La Liga sigue sin decidirse, Bundesliga y Premier parece que terminarán, la Ligue 1 ya se ha cancelado al igual que la liga Belga, y el gobierno italiano ya ha dicho que los clubes del Calcio vayan pensando en la próxima temporada. Cada vez quedan menos fechas y la realidad abofetea la cara de los dirigentes futbolísticos. Seguimos esperando... Hasta la semana!!!
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