Cumplimos ya otra semana de confinamiento y aún estamos lejos de ver cómo y sobre todo cuándo acabará esto. Individualmente tal vez no conlleve más que algo de inestabilidad laboral y sufrimiento por los nuestros, pero para los clubes no profesionales la incertidumbre puede resultar mortal. Hoy toca hablar del mundo infinito que reside dentro del cráneo de Rubiales.
Ya, ya lo sé, ya sé que dije que no iba a dar bula a las elucubraciones del presidente de la RFEF, pero me ha parecido interesante, más que dar credibilidad a sus palabras, escuchar vuestra opinión acerca de ellas. Independientemente de que beneficie a vuestros intereses, ¿cuál creéis que es de todas las propuestas que ha largado Rubiales para cerrar la 2019/2020 la más justa para el mayor número de clubes posibles? Al final del post os dejo una encuesta para votar, ahora os las presentaré dando mi opinión de pros y contras de cada una de ellas, empezamos...
Llegando casi al final de su mandato, y viendo el bagaje de tan ineficaz individúo, creo que estoy de acuerdo con la RAE con que Rubiales es una "persona rubia y, por lo general, joven". Algunos diréis: ¡Joder, cómo te pasas!, pero es que tenéis que entender que par mí "Presidente de RFEF" no es una definición mucho más acertada. Cómo ya he comentado en demasiadas ocasiones, el "dirigente" (dice la RAE que "el que dirige", y tampoco acierta) se enfunda en grandilocuentes ruedas de prensa para hacer creer a la opinión pública que es una persona resolutiva, decidida, y con las ideas muy claras, pero que elude las críticas y los enfrentamientos cuando se habla del cumplimiento de sus objetivos. Con tal panorama, cualquier cosa que salga de su cerebro es tan real como un unicornio y, en caso de que llegar a materializarse, seguramente sería un asno con un capirote en su frente. Es posible que las federaciones mantengan su apoyo a Rubiales si gestiona bien el cierre de la 2019/2020 por el Coronavirus, pero Casillas está al acecho y huele a sangre. Otra bonita batalla estival que nos puede dejar grandes titulares.
Pero vamos al grano, las propuestas. La primera en salir a la palestra y que se diluyó como un azucarillo fue terminar como fuera a base de apretar el calendario. Pronto se descartó esta posibilidad al certificar que esta crisis sanitaria no terminaría en un soplo, y se antojaba casi imposible encontrar fechas. De hecho, llegó a barajarse incluso no jugar las jornadas perdidas. Descartada. Poco después, cuando se aceptó un escenario más realista con fechas para la reaparición más lejanas, emergieron un par más, terminar en la 19 o terminar en la última jornada disputada, la 28. Ambas tienen en consideración los puntos conseguidos, pero no considerar todos los puntos logrados por los equipos por un lado, y no haber jugado todos contra todos la segunda vuelta favoreciendo los calendarios más ligeros, tampoco parecen soluciones equitativas.
Las dos últimas alternativas en salir a la luz fueron anular la 2019/2020, o comenzar un corre corre que te pillo con la 2020/2021 basado en alargar la 2019/2020 hasta el infinito y más allá. Más allá de que la primera de las opciones me dolería en el alma por el Compostela, sería un auténtico vilipendio para aquellos clubes que estaban realizando un maravilloso trabajo esta temporada y, por otro lado, un auténtico regalo para los que no hicieron los deberes a pesar de su capacidad. La segunda aunque rara parece la menos mala salvo por el vuelco mental que supondría la reestructura de los tiempos de una temporada y la desconexión temporal con el fútbol profesional que tomará su decisión de manera independiente.. Una minipretemporada de un mes en noviembre y un sinfín de dobles jornadas durante varios meses, podría convertirse no sólo en un rompepiernas sino también en un auténtico reto para los preparadores físicos y una trampa mortal para los servicios médicos y los entrenadores temerosos de las rotaciones.
Como decía semanas atrás, de la cabeza de Rubiales seguro que saldrán más lúcidas ideas de aquí al levantamiento de las restricciones, muchas, seguramente, más realistas y estudiadas que las hasta ahora planteadas, pero las anteriormente mencionadas nos sirven para pulsar vuestra opinión. Cierto es que tal vez Casillas logre el trono antes de lo previsto, y el actual CEO de la RFEF no llegue a tomar la decisión definitiva sobre el cierre de la 2019/2020, pero si estas fueran las alternativas disponibles, ¿Cuál sería para vosotros la más justa para todos? Hasta la semana!!!
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