Al mal tiempo mejores ideas (versión seria)

Algunos, hoy cumplimos una nueva semana más de confinamiento con la esperanza de que cuando esto acabe, las cosas se mantendrán más o menos como hasta la llegada de este silencioso visitante. Muchos me llamaréis iluso, e incluso en privado os daría la razón, pero que cada uno gestiona sus emociones como puede y a mí la positividad es la que me funciona. Más allá de que crea que no volveremos a los campos de fútbol hasta final de año, confío en que poco a poco recobremos la normalidad. Es innegable que esto nos cambiará la vida, a unos más que a otros, pero debemos tener esperanza y avanzar a pesar de que no podamos ver el camino que se extiende delante de nosotros. Es normal que el miedo paralice pero es momento de confiar en el futuro seguir.

También sé que no es fácil. Sin ir más lejos, yo ahora mismo me encuentro de ERTE, mi industria se ve claramente afectada por el paro de la hostelería y el ocio, y tengo serias dudas de cuando podré volver a trabajar, si vuelvo. Además, tuve la feliz idea de cambiar de coche en marzo y no sé si dentro de unos meses me aplastará. Tampoco me quejo. Soy consciente de que mi unidad familiar está segura ante una eventual crisis, y eso es más de lo que muchos hogares españoles pueden decir. Pero hay que tener fe, sobretodo en nosotros mismos, porque al final seremos nosotros quienes saquemos nuestras castañas del fuego. Como hacen los equipos de fútbol, cuanto más difícil se pone más agudizan su ingenio para sacar tajada.

El interés. Y es que algunos clubes cuya temporada estaba siendo bastante pobre, han sabido estrujarse el cerebro para limpiar su imagen y proponerse al ascenso con alternativas de lo más originales. Si ya Rubiales, el rey de la indefinición y la inconcreción, pasó pisando huevos sobre los ascensos dejando abierto a la interpretación humana su resolución, los clubes se han erigido como responsables para darle forma, y han comenzado a producir una lluvia de propuestas "sui generis" para arrimar las ascuas a su fuego. Ascenso directo de los líderes, playoffs regionales entre los 4, 5 ó 6 primeros, ambas con doble número de ascendidos... En este sentido sí que seré claro y daré mi opinión. Creo que la federación, la que tuvo la brillante idea de lanzar al aire esa propuesta abierta, debería ser quién, consultando a las distintas representaciones regionales, definiera el número de ascensos por categoría y el formato de las próximas temporadas para alcanzar un modelo definitivo en unos años. Y, una vez definido esto, cada federación regional, decidir como resuelve los ascensos que le corresponden. La cuestión es que hay casos de todos los colores, y por tanto, escoger un modelo único para cada región para mi es inviable. Hay federaciones con equipos en playoff con distinto número de partidos disputados y por tanto con una clasificación "irreal", hay equipos que son líderes de sus grupos con una ventaja más que considerable sobre el segundo, hay equipos empatados a puntos en la cuarta posición que ven injusta su clasificación al no haberse disputado ambos cruces, etc... Y todo esto aderezado con la incertidumbre de no saber cuándo la guerra contra el bicho va a permitir que el balón vuelva a rodar.
Es lo que tiene la política. Esas cosas que ocurren cuando quieres agradar a todo el mundo para mantenerte en el poder. Si bien Rubiales no quiere que las federaciones regionales se sientan menospreciadas para garantizar su apoyo, y por eso no impone nada y deja todo abierto, las federaciones tampoco quieren perder su trono y no vilipendiarán el sentir de sus clubes, dejando a éstos, con intereses individuales, escoger la manera en la que se decidan los ascensos. No lo comparto, pero tampoco lo voy a negar, democrático sí es, aunque entonces habría que plantearse para que sirve esa estructura federativa.

Tocará seguir esperando. Sin fecha prevista de vuelta y por tanto sin urgencia, habrá debate para largo. Como hasta hoy, propuestas nuevas por escuchar, bulos, contrabulos, dimes y diretes, y meadas fuera de tiesto, serán el pan nuestro de cada día hasta alcanzar la decisión final.

En fin, tengo cosas más importantes que hacer. Con mi pareja en la semana 41 de gestación y al borde de la maniobra de Hamilton (no, el piloto no), como comprenderéis nada más puede centrar mi atención, hasta la semana!!!