Se acabó esta temporada 2016/2017 en Tercera división y el Compostela ha terminado séptimo del grupo 1. El equipo ha cumplido el objetivo de la temporada luchando por entrar en playoff hasta que en abril se vino abajo, quedando definitivamente a 7 puntos de la fase de ascenso. Como vengo comentando desde hace meses, ser el séptimo equipo más goleado de la liga ha sido determinante para quedar fuera del playoff a pesar de ser el tercer equipo más goleador. En esta segunda vuelta, el Compos mejoró el golaverage en +11 y logró cuatro puntos más que en la primera vuelta, pero fue insuficiente y acabó cediendo otros dos puntos más con respecto al playoff. En resumen, una buena prueba para confornar un bloque y determinar las altas y bajas necesarias para optar al ascenso la próxima temporada. Una 2017/2018 que, como se espera de un club bien planificado, ya echó a andar hace semanas y de la que ya han trascendido tanto el numero de bajas como los puestos a reforzar.
Este mes no escogeremos MVP porque sin la tensión de la competición y con las alineaciones hechas para repartir minutos, poco sentido tiene. Pero no os preocupéis, pronto votaréis por el MVP del año.
Este mes no escogeremos MVP porque sin la tensión de la competición y con las alineaciones hechas para repartir minutos, poco sentido tiene. Pero no os preocupéis, pronto votaréis por el MVP del año.
Y ahora seguimos con las valoraciones. Según el modelo propuesto el año pasado por el presidente, el club debe convertirse en una de las mejores canteras, sino la mejor, del área de Santiago para después poder exportar esos futbolistas a equipos de superior categoría. A parte de la importantísima labor de scouting, para lograr el objetivo es indispensable disponer de los mejores formadores de base y de unas instalaciones y servicios atractivos para las perlas más codiciadas. La cara visible de este proyecto deportivo y anterior coordinador de la cantera no es otro que Javier Bellido, quien junto a Casti que ya trabajaba en este área y a un Juanvi Cameán con muchos años de experiencia en cantera, conforman la Comisión Deportiva.
Valoración de la gestión de la cantera. El Juvenil A no empezó bien la temporada pero se está rehaciendo y, a falta de dos jornadas, está a 2 puntos de certificar la permanencia, aún así, está muy lejos de ascender a División de Honor donde compite el Santiago CF. El Juvenil B, en una categoría inferior, aún no sorteó el descenso y quedó muy lejos de un Conxo que sigue siendo una de las mejores canteras de la ciudad. Nuestro único Cadete quedó en mitad de tabla compitiendo en una categoría inferior a la del Conxo y el Santiago CF.
El infantil A jugará la fase de ascenso a la Liga Gallega donde ya compiten Conxo y Santiago CF. El infantil B, en la misma categoría, quedó en mitad de tabla. El alevín A quedó muy lejos de poder optar al título en el playoff compitiendo en primera con equipos del área de Santiago y el B, una categoría por debajo, quedó en mitad de tabla. El Benjanmín logró salvar el playoff de descenso y mantener la categoría.
Evaluar a la cantera por sus resultados es contrario a mi concepción del futbol base ya que su modelo debe garantizar la educación de los futbolistas a través del deporte y no los resultados. De hecho, bien gestionado, un buen modelo formativo será más atractivo y generará mejores futbolistas a largo plazo. Por ello, no utilizaré estas clasificaciones para evaluar la gestión del área pero si como una foto de la situación de partida que, resumiendo, muestra que estamos muy lejos de ser la mejor cantera del área de Santiago.
Este año, actuaciones como la creación de una asociación de futbol base entre varios equipos de Santiago, o el partido contra un combinado de jugadores sub23 de una agencia, me han parecido interesantes a nivel de scouting pero dificiles de evaluar ya que aún no han producido resultados. Lo que sí se puede evaluar es algo de lo que no hemos hablado, algo de lo que no se habla seguramente porque no interesa, los filiales. En 2015 el Compostela comenzó a crear una estructura nueva con 2 contratos de filialidad porque se consideró que un filial propio supondría un gasto excesivo. Esta coherente decisión no estuvo acompañada de una acertada gestión fracasando la medida con estrépito. En 2016 y tras el cambio en la directiva del Estudiantil de Loimil, el club estradense cercenaba el contrato y lo dejaba en un simple convenio de colaboración. El Estudiantil se puso como objetivo para esta 2016/2017 ascender a tercera y no quería que el Compostela fuera un impedimento, así que dejó al Camporrapado como único filial esta temporada. Pues bien, nuestro único filial esta temporada fue retirado de la liga en abril, un mes después de que Competición abriera una investigación tras la suspensión del partido Lamela-Camporrapado. Este sonrojante incidente lejos de ser explicado por parte del club ha sido ocultado bajo una nube de silencio. Todo aquello que en 2015 parecía una idea interesante es a día de hoy un auténtico desastre. Ni que decir tiene que por esto suspendo la gestión de la cantera, o al menos, hasta que no se den explicaciones de lo sucedido con el Camporrapado y de las medidas congruentes con el modelo propuesto que se tomarán con respecto a los filiales de cara al futuro.
Evaluar a la cantera por sus resultados es contrario a mi concepción del futbol base ya que su modelo debe garantizar la educación de los futbolistas a través del deporte y no los resultados. De hecho, bien gestionado, un buen modelo formativo será más atractivo y generará mejores futbolistas a largo plazo. Por ello, no utilizaré estas clasificaciones para evaluar la gestión del área pero si como una foto de la situación de partida que, resumiendo, muestra que estamos muy lejos de ser la mejor cantera del área de Santiago.
Este año, actuaciones como la creación de una asociación de futbol base entre varios equipos de Santiago, o el partido contra un combinado de jugadores sub23 de una agencia, me han parecido interesantes a nivel de scouting pero dificiles de evaluar ya que aún no han producido resultados. Lo que sí se puede evaluar es algo de lo que no hemos hablado, algo de lo que no se habla seguramente porque no interesa, los filiales. En 2015 el Compostela comenzó a crear una estructura nueva con 2 contratos de filialidad porque se consideró que un filial propio supondría un gasto excesivo. Esta coherente decisión no estuvo acompañada de una acertada gestión fracasando la medida con estrépito. En 2016 y tras el cambio en la directiva del Estudiantil de Loimil, el club estradense cercenaba el contrato y lo dejaba en un simple convenio de colaboración. El Estudiantil se puso como objetivo para esta 2016/2017 ascender a tercera y no quería que el Compostela fuera un impedimento, así que dejó al Camporrapado como único filial esta temporada. Pues bien, nuestro único filial esta temporada fue retirado de la liga en abril, un mes después de que Competición abriera una investigación tras la suspensión del partido Lamela-Camporrapado. Este sonrojante incidente lejos de ser explicado por parte del club ha sido ocultado bajo una nube de silencio. Todo aquello que en 2015 parecía una idea interesante es a día de hoy un auténtico desastre. Ni que decir tiene que por esto suspendo la gestión de la cantera, o al menos, hasta que no se den explicaciones de lo sucedido con el Camporrapado y de las medidas congruentes con el modelo propuesto que se tomarán con respecto a los filiales de cara al futuro.
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