Pozos de ambición (versión seria)

El domingo terminó el mes de abril pero no la jornada 36 que terminó el primero de mayo con el Cerceda - Compostela. El día internacional del trabajo no fue propicio para los santiagueses y cayeron por un gol a 0 sepultando cualquier opción matemática de optar al playoff de ascenso. Hoy analizamos el mes de abril de la SD Compostela.

Perder la fiabilidad mostrada hasta el momento contra los equipos de media tabla para abajo, nos hundió hasta la séptima posición de la clasificación a 8 puntos del playoff que marcó el Bergantiños. La buena victoria en Ordenes se desaprovechó perdiendo contra el Villalonga y el Rápido, y el empate en casa con el Choco junto con la derrota en Cerceda terminó con las esperanzas de ascenso. Sólo sumamos 4 puntos que nos llevan hasta los 56 con 4 goles más a favor y 6 en contra. Aunque seguimos siendo el tercer equipo más goleador del campeonato subimos nuevamente hasta el séptimo puesto de los equipos que más encajan de la liga. En cuanto al juego limpio, continuamos con la misma tendencia, nos sacaron 19 tarjetas y 16 a nuestros rivales.
A falta de dos partidos para finalizar el campeonato, sólo nos queda luchar por quedar lo mejor posible en la clasificación y lavar la imagen dada en abril. Durante este mes Yago mantuvo el once tipo del mes de marzo aunque nadie jugase todos los minutos disputados. Sólo Tomás, David Rey y Ander quedaron sin jugar. Lucas (360min) continuó en la portería salvo en Cerceda que jugó Lorenzo (90min) y Uña (435min) se afianzó en la alineación acompañando habitualmente a Taboada (270min) en el centro de la zaga aunque Santi tuvo problemas físicos y fue sustituido por Cardeñosa (360min) en varios encuentros. Cabrejo (317min) siguió dominando el lateral izquierdo y Saro (301min) lo compartió con Uña. En el centro del campo acompañando a Recoba (441min), que lo ha jugado prácticamente todo, han estado Mon (360min) y Ube (363min). También aportaron Make (219min) y Samu (50min) quien cada vez juega menos. Arriba, acompañando a Diego (419min), y sin Tomás aún lesionado, estuvieron Santi (371min), Nogueira (152min), Rubén (241min) y Martín (111min). Los goleadores de abril fueron Nogue, Diego, Santi y Martín, con un tanto cada uno.
En fin, un triste bagaje del que no sé si encontrareis algún digno vencedor para nuestro premio al MVP de este aciago mes de abril...

Hay muchos aspectos que se pueden analizar para justificar la caída de rendimiento del Compos en abril, pero lo cierto es que ha demostrado que no se merece estar en el playoff. Muy probablemente otros equipos tampoco lo merezcan pero que nadie se equivoque, eso no vale de consuelo. Marzo y abril son los meses clave donde los equipos se juegan los objetivos. Si analizamos a los equipos implicados en la lucha por el palyoff vemos que Cerceda, Fabril y Bergantiños han sumado al menos 20 puntos, Arosa y Bouzas han sumado 17 y Compostela y Villalvés se han quedado con 11 y 9 puntos respectivamente. Fabril, Bouzas y Cerceda ya son de playoff, el Compostela ya está fuera y todo hace presagiar que Arosa y Bergantiños pelearan hasta el final por la última vacante. ¿Qué nos faltó? Durante las próximas semanas evaluaré la temporada pormenorizadamente pero a nadie se le escapa que, independientemente del juego y de los rivales, el Compostela acabó abril saturado, obstruido, sin fe ni ambición y con la necesidad de terminar cuanto antes la temporada. Nadie regala nada sea el campeonato que sea, y para estar arriba la perseverancia y la lucha sin descanso mostradas por el equipo no son suficientes, hay que tener la ambición de ser el mejor y creerte que puedes hacerlo. La ambición es un poderoso motor que desafía la lógica y la razón haciéndonos capaces de cambiar las realidades y sus circunstancias. Nos impulsa a fijarnos ilusionantes retos y a ir más allá de nosotros mismos, despertando nuestro afán competitivo. Además, la autoconfianza nos permite tener una expectativa realista de que podemos lograrlo. Ambas multiplican el rendimiento.

Pero una vez más, el lunes en Cerceda, el Compostela se dejó en el autobús la confianza y la ambición. Tan clarificador fue ver a Mon gritarle a Diego por su pasividad en un saque de banda rival, como ver la intensidad con la que presionaba en bloque la salida de balón un equipo que quiere ascender, el Cerceda. No entiendo esa falta de hambre en futbolistas que aspiran a algo más, es más, me pregunto si no se contagiarían los jugadores de la falta de un objetivo de club ambicioso, no sé...
Ayer una de mis fuentes me informaba de que la directiva de uno de los cuatro primeros clasificados prefiere no ascender, que el objetivo sólo era hacer una buena temporada. Parece que no se imaginaban que otros lo pudieran hacer peor que ellos. Hasta el próximo miércoles!!